Solo el hecho de acercarse a un tigre de bengala, conocido por ser uno de los felinos más salvajes del planeta, es todo un despropósito. Sin embargo, esta turista no tuvo problemas, no solo en acercarse, sino en agarrarle los testículos a un ejemplar de Panthera tigris tigris, nombre científico de esta especie de tigre.

Eso sí, y hay que decirlo: el ejemplar estaba dopado.

El hecho ocurrió en el zoológico de Chiang Mai, uno de los destinos más turísticos de Tailandia, y no pasó mucho tiempo para que el acto de la mujer generara las más ácidas críticas e indignación en redes sociales de animalistas y público en general.

Más de uno preguntó si a esa persona le hubiese gustado que le agarren los testículos luego de que la drogaran y la mantuvieran encerrada.

Las fotos con el tigre de 6 años fueron tomadas cuando el turista visitó el local Tiger Kingdom Mae Rim la semana pasada.

"Reza con el corazón y aprieta fuerte, así estarás libre de sufrimiento", escribió la mujer al publicar las fotos en Facebook.

Tras hacer públicas las polémicas imágenes, la viralización de las mismas fue cuestión de minutos, de acuerdo al medio Bangkok Herald.

Los usuarios de las redes sociales calificaron el comportamiento del turista como "humillante" para el tigre y condenaron los abusos cometidos también por el zoológico, que dopaba a los animales para que los visitantes pudieran acariciarlos.

"Pervertido" , "enfermizo", "atroz" y "repugnante" fueron algunos de los adjetivos más utilizados en las redes sociales para condenar la actitud del turista.

"Los animales salvajes, como los tigres, evitan el contacto humano y, si este animal no hubiera estado tan drogado, es muy probable que hubiera atacado al turista ", dijo a VICE News Nirali Shah, activista de la ONG animalista PETA Asia.