Mientras el mundo lidia con la variante Ómicron altamente mutada del SARS-CoV-2, los científicos han identificado una nueva cepa del virus causante de COVID-19 en el sur de Francia.

Conocida como 'IHU', la variante B.1.640.2 ha sido informada por investigadores del instituto IHU Mediterranee Infection en al menos 12 casos, y se ha relacionado con viajes al país africano Camerún.

Sin embargo, los investigadores señalaron que es demasiado pronto para especular sobre cómo se comporta esta variante en lo que respecta a la infección y la protección de las vacunas.

El estudio que aún no ha sido revisado por pares, publicado en el repositorio de preimpresión MedRxiv el 29 de diciembre, reveló que IHU tiene 46 mutaciones y 37 deleciones que resultan en 30 sustituciones de aminoácidos y 12 deleciones.

Catorce sustituciones de aminoácidos, incluidos N501Y y E484K, y nueve deleciones se encuentran en la proteína de pico. La mayoría de las vacunas que se usan actualmente están dirigidas a la proteína de pico del SARS-CoV-2, que el virus usa para ingresar e infectar las células.

Las mutaciones N501Y y E484K también se encontraron anteriormente en las variantes Beta, Gamma, Theta y Ómicron.

"El conjunto de mutaciones y la posición filogenética de los genomas obtenidos aquí indican, según nuestra definición anterior, una nueva variante que llamamos IHU", dijeron los autores del estudio.

"Estos datos son otro ejemplo de la imprevisibilidad de la aparición de variantes del SARS-CoV-2 y de su introducción en un área geográfica determinada desde el extranjero", agregaron.

El B.1.640.2 no ha sido identificado en otros países hasta ahora ni etiquetado como una variante bajo investigación por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según los investigadores, el (primer) caso índice fue un adulto diagnosticado positivo por RTPCR realizado en un laboratorio en una muestra nasofaríngea recolectada a mediados de noviembre del año pasado.

El epidemiólogo Eric Feigl-Ding publicó un largo hilo de Twitter en el que dijo que siguen surgiendo nuevas variantes, pero no necesariamente significa que serán más peligrosas.

"Lo que hace que una variante sea más conocida y peligrosa es su capacidad de multiplicarse debido a la cantidad de mutaciones que tiene en relación con el virus original", tuiteó.

"Aquí es cuando se convierte en una 'variante de preocupación', como Ómicron, que es más contagiosa y más evasiva de inmunidad pasada. Queda por ver en qué categoría caerá esta nueva variante", dijo.

Muchos países están experimentando un aumento en los casos de COVID-19 impulsados por la variante Ómicron que se identificó por primera vez en Sudáfrica y Botswana en noviembre del año pasado. Desde entonces, la variante se ha extendido a más de 100 países.