Un total de 1.198 armas de fuego, 4.086 municiones de diferentes calibres y 1.516 accesorios fueron destruidos la mañana de este viernes 20 de junio en la planta de la acería Andec, en el Guasmo Central, al sur de Guayaquil.

(Lea también: Aquiles Álvarez recorrió la Troncal 4 de Metrovía ¿Qué dijo el alcalde sobre la obra?)

El armamento demolido era el incautado por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas en las operaciones de seguridad realizadas durante el primer semestre del año 2025, el cual estaba en poder de Grupos de Delincuencia organizada como Tiguerones, Lobos, y Choneros.

El contraalmirante Marco Rocafuerte Castro, director de Logística del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (C.C. FF. AA.), explicó que este fue el primero acto de destrucción del año y que en el mes de septiembre será el segundo, con una cantidad mayor de elementos decomisados.

“La mayoría de este armamento fue encontrado en manos de delincuentes, asesinos, bandas criminales y grupos armados organizados. No estamos aquí cumpliendo con un acto administrativo, sino para defender la dignidad humana y el derecho a la vida”, dijo el oficial durante el discurso que dio inicio al acto.

También resaltó que más de 32.000 armas han sido dejadas inutilizables en los últimos cinco años. “Cada arma que se funde, cada accesorio que se destruye significa que nunca más será empuñada para delinquir, para herir o amedrentar a un ciudadano”.

¿Por qué estas armas no pasaron a manos de la Policía y Fuerzas Armadas?

En un desglose proporcionado por la Armada del Ecuador, se detalló que el centro de control que más armamento incautó durante el primer semestre de 2025 fue el de la provincia de Azuay, con 220 armas, seguido de Guayas con 206, Manabí con 180, Pichincha con el mismo número, y Santo Domingo con 140.

(También le puede interesar: Perro detectó una tonelada de cocaína en el Puerto de Guayaquil ¿Cuál era su destino?)

Rocafuerte detalló que, a pesar que está vigente la Ley de Solidaridad, la cual se permite que las armas incautadas puedan pasar a manos de las fuerzas del orden, para que esto ocurra deben pasar por un proceso judicial, luego son entregadas al C. C. FF. AA. para la revisión de su estado y solo las que cumplen con los requisitos técnicos pasan al Bloque de Seguridad; el resto, van directo a destrucción.

Añadió que solo el treinta por ciento de las armas, municiones y accesorios resultan idóneos para ser usadas por los militares y policías, pues el resto no cumplen con las condiciones físicas o usan un calibre no utilizado por estas instituciones y, por lo tanto, no les son útiles.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!