Un grupo de científicos universitarios, en colaboración con la Dirección del Parque Nacional Galápagos, estudia los efectos de la urbanización de pinzones en el archipiélago. Esto representa una de las mejores muestras de adaptación de una especie.

Luis Fernando De León, investigador principal de la Universidad de Massachusetts, en Boston (Estados Unidos), es quien dirige el proyecto. En la primera fase incluyó la captura de individuos, registro de medidas morfológicas y, toma de muestras de sangre y plumas para estudios genéticos.

Las interrogantes sobre los pinzones iniciaron cuando el equipo investigador encontró mayor densidad poblacional de estas aves en los sitios urbanos. Es decir que los ejemplares están acostumbrados a la presencia de personas, incluso a la dieta humana de papas fritas de funda y arroz.

Pese a que una de las 14 reglas de visita a las áreas protegidas prohibe tocar y alimentar a los animales, una de las consideraciones del estudio es que la tendencia de alimentar aves en sitios urbanos turísticos impulsaría la preferencia de los pinzones por este tipo de alimento.

Por lo tanto, los científicos estiman que el cambio del comportamiento de esta especie, podría modificar el rumbo de su evolución natural. En el estudio participaron tres especies de pinzones: Geospiza fuliginosa, fortis y scandens.

“El cumplimiento de las reglas de visita es importante para mantener la flora y fauna inalterable. Creemos en un desarrollo equilibrado, en donde la naturaleza y los asentamientos humanos que forman parte de ella puedan establecer una relación armónica”, dijo Jorge Carrión, director del Parque Nacional Galápagos.