El triunfo de Daniel Noboa como presidente de la República mantiene expectante a la población que quiere soluciones ante la situación que atraviesa el país. Pero la pregunta es ¿podrá trabajar el nuevo mandatario sin mayoría en la Asamblea Nacional?

Ante la duda, Alexandra Durán, miembro de la directiva de la urbanización Mastodontes de Quito, exige que sean los asambleístas quienes lo dejen cumplir con todo lo ofrecido. Esto porque el bloque más grande lo tiene la Revolución Ciudadana, con 52 escaños, aunque no significa que sean mayoría.

“Se pide que exista unidad para sacar adelante al Ecuador”, suplica Durán. Para ella, lo más urgente es ver por el bienestar del país y no las ideologías políticas que tanto han hecho daño.

Lo mismo opina el ciudadano Ramiro Barriga, quien apela a la sensibilidad de la mayoría de la Asamblea para que ayude a gobernar a Noboa. “Es un período corto y deben dejarlo hacer algo. Vivimos un momento de inseguridad, problema que no deja surgir a la población”.

Panoramas

A más del partido correísta, las curules se las divide entre el partido Construye que tiene 29 puestos, ADN con 14 y el Partido Social Cristiano (PSC) también con 14.

Y ante ello, Mauricio Alarcón Salvador, analista político, confía en lo que dijo Luisa González, excandidata a la presidencia por la RC, luego de reconocer su derrota: que el nuevo presidente contará con un voto para sacar adelante al Ecuador.

“En buena hora que así sea, siempre y cuando los acuerdos sean transparentes y únicamente giren en torno a propuestas para el país, no cuestiones particulares o intereses de organizaciones políticas”, sentenció el especialista. Aunque siendo un tanto más realistas, Alarcón Salvador explica que, basados en lo que ha sucedido en períodos anteriores, hay que estar atentos a qué harán los correístas, cómo actuarán y si apoyarán de manera positiva o únicamente condicionarán su apoyo a los intereses específicos.

Un doble escenario

Con este panorama, para Andrés Jaramillo, también analista político, el triunfo de Noboa abre un escenario interesante en la Asamblea en la medida que se puede conformar una mayoría entre ADN, el bloque de Construye y el PSC, sumado a los otros pequeños grupos que existen. “Podrían lograr un consenso, dejando a un costado al correísmo y con acuerdos para que el presidente salga del PSC o Construye para tener gobernabilidad”.

Si es que no logra esa alianza y se parte esa posible unión lo más probable es que el correísmo se acerque al PSC para que puedan atraer asambleístas a su lado para formar mayoría y poner autoridades.

“Aquí se complicaría más y sería un escenario negativo porque se tendría una agenda de obstrucción y pasaría lo mismo que ocurrió con Guillermo Lasso”, finaliza Jaramillo.