Desde hace un mes la familia Nazareno Nazareno no podía dormir con tranquilidad. Eran conscientes de que en cualquier momento parte de su inmueble podía desplomarse y ellos quedar en la calle.

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La noche de este lunes 5 febrero parte de la vivienda de una planta, ubicada en el bloque 2 de El Fortín, en el noroeste de Guayaquil, cayó a la zanja dónde se construía un ducto cajón y cuyos trabajos, de acuerdo a versión de moradores, quedaron inconclusos.

"Estábamos durmiendo cuando las paredes se desplomaron, sentíamos que tarde o temprano esto iba a suceder, ahora no tenemos a dónde vivir" expresó Dora Nazareno, dueña de la casa afectada.

Su hija, Jenny, contó que tuvieron que pedir posada para poder descansar, ya que de lo que fue su hogar por 25 años solo quedó la pared frontal.

"Los trabajos contribuyeron al debilitamiento del muro y las paredes comenzaron ceder. Aquí vivíamos cinco personas, mi esposo, mis dos hijos, mi hermano y mi mamá", acotó con preocupación.

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