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Guayaquil: ¡Pilas con las curvas peligrosas!
En Guayaquil, los huecos se convierten en una trampa para los conductores. Echarse al dolor o correr el riesgo de accidentarse, las únicas opciones
Una ciudad de huecos en las vías. Así califican los conductores al problema de las calles en Guayaquil. Y algunos lo ejemplican. Siéntase un “conductor suertudo”, dicen, si es que su vehículo no ha sufrido un tremendo ‘porrazo’ al circular por la oreja vial que conecta la avenida Francisco de Orellana con el puente de la Perimetral hacia el sur de la ciudad.
O en el puente que une a Bellavista con la avenida Carlos Julio Arosemena. También en el acceso hacia La Prosperina o Florida Norte, desde la Perimetral... huecos sobran.
Y es que no es cuestión de precaución. El chofer no tiene otra alternativa que ‘echarse al dolor’ y ser víctima de dos enormes baches -cada vez más grandes- que se han formado en plena curva de un tramo del viaducto que conduce de la av. Francisco de Orellana hacia la Perimetral.
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Al tratar de evitarlo puede ser protagonista de un accidente de tránsito. “Por desconocimiento del estado de la vía, una vez aceleré sin darme cuenta de los cráteres. Eso me costó la afectación de la punta de eje del lado derecho de mi auto”, manifestó el taxista Gregorio Guerra.
El costo de esto: mediodía en el taller con su pequeño auto Chevrolet y 75 dólares por la compra de las dos puntas de eje y la mano de obra del mecánico.
En las noches es peor
No es la única conexión vial con inconvenientes. Los automotores también sufren -y claro, el bolsillo del propietario- cuando circulan desde la Perimetral -sentido sur norte- hacia La Prosperina o Florida Norte.
En este último punto, moradores comentaron que “esos cráteres tienen más de cinco años”, y que cada día crecen más.
“Imagínese los remezones que se dan los carros, especialmente en las noches, porque la zona carece de alumbrado público”, señaló Pablo Regalado, quien labora en uno de los talleres del sitio.
Si bien la calzada está regular, los automotores que ingresan de la Perimetral hacia la avenida José Rodríguez Bonín se topan con que en la bajada hay huecos en seguidilla, los cuales obligan a frenar al conductor.
Además de parte de la losa de concreto dañada, el primer y segundo puente de la Perimetral (Trinitaria) tiene problemas en las juntas de dilatación. Al chofer no le toca más que bajar la velocidad en medio del traqueteo.
Usuarios insisten al Municipio de Guayaquil a que se cumpla con el mantenimiento de vías y puentes, pues como publicó el lunes último Diario EXTRA, las afectaciones se registran en varios tramos de la ciudad.
Un buen porrazo puede ocasionar desperfectos al auto, específicamente en neumáticos y otros componentes de la suspensión. ¿Quién paga por los daños? es la pregunta que se formulan los conductores, mientras el invierno, la carga vehicular y la falta de mantenimiento dificultan la circulación.
Mediante un comunicado, la Dirección Municipal de Obras Públicas informó que estableció polígonos de intervención para sectorizar y obtener información de daños en vías, aceras, bordillos y áreas de su competencia.
Añadió que al momento se realiza mantenimiento vial en sitios como Rumichaca, entre 9 Octubre y Vélez; así como en avenidas Juan Tanca Marengo, del Bombero.
Indicó que se ejecutan acciones para atender puentes y pasos elevados. Puntualizó que realizan el mantenimiento de juntas de 10 puentes, entre ellos el de La Prosperina y Carlos Julio Arosemena.
Además, se contratará el suministro e instalación de juntas en otros pasos elevados, entre ellos los de la vía a Daule.