Un estruendo alarmó a Nancy. Era la 01:30 de este sábado 25 de noviembre de 2023 y la mujer se despertó bruscamente. Sintió un cimbrón sobre su cama y al salir a ver qué pasó se quedó sorprendida: un bus de la línea 44 se impactó contra su casa y por poco destruye toda la fachada.

El hecho sucedió en el suburbio de Guayaquil, en la calle J, entre la 17 y la 18. En ese punto, un conductor terminó estrellando su unidad de transporte, pero no por conducir imprudentemente o estar ebrio. La razón fue mucho más horrenda. Sujetos le propinaron varios balazos que acabaron con su existencia mientras conducía.

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A partir de esa hora de la madrugada, a los moradores les resultó imposible volver a conciliar el sueño. Muchos estuvieron despiertos al menos hasta pasadas las 05:00, cuando una grúa llegó a la zona para retirar el vehículo pesado.

“Fue un golpe fuerte. La casa se remeció todita, como si se hubiera dado un sismo. Al ver lo que pasó, me sentí afortunada de que el colectivo no impactara de lleno contra mi domicilio, solo de lado. Aunque de todas maneras dañó una parte de la pared”, relató la señora.

Respecto a qué provocó el crimen, preliminarmente se sospecha que el caso está vinculado a un robo que individuos armados cometieron contra el chofer. Pero quizá por crueldad o porque la víctima disparó, accionaron el gatillo contra el transportista.

Un agente policial solamente indicó que al llegar vieron en la calzada al hombre, que presentaba varios impactos. Los residentes comentaban que se intentó trasladar al afectado a una casa de salud, pero finalmente falleció. 

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El conductor condujo herido durante unas tres cuadras. Después se estrelló levemente contra la vivienda de la mujer y luego fue a dar contra dos tiendas aledañas. El bus derribó un techo que ambos locales comerciales tenían en su parte frontal, para cubrir el área externa a la cual los clientes se acercan para comprar los productos.

Pese a esos daños, afortunadamente tampoco las afectaciones fueron graves, pues el bus no colisionó de forma directa contra los domicilios, sino de costado.

“Imagínese si hubiera sido más temprano, tal vez habrían estado vecinos comprando”, comentó otra moradora. En tanto que quienes residen en los tres inmuebles afectados esperan que alguien responda por los daños.

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