Esta semana fue difícil para Priscila Huacón, quien habita en las calles Cuenca y Abel Castillo, en el suroeste de Guayaquil. Pancracio y Hayato, dos de sus tres gatos, murieron esta semana. Lo más triste para ella es pensar que, quizá, pudieron haberles dado veneno.

La mujer refiere que su pesadilla empezó el lunes, a las 10:30. Ella estaba en una consulta médica y recibió una llamada de su hija. Ella le contó que Hayato, felino de siete meses, de un momento a otro se comportaba extraño.

"Se retorcía, era como si convulsionaba. Además hacía 'popó' a cada rato", explicó Priscila. El animal finalmente murió.

Cuando ella comentó lo sucedido a unos vecinos, ellos le dijeron que, posiblemente, por la forma en que Hayato agonizó, pudo haber ingerido algún tipo de veneno.

La otra desgracia para Priscila fue el miércoles, con la muerte de Pancracio. La mascota tenía 11 meses y antes de quedar sin vida tuvo la misma reacción que Hayato. Es por eso que la madre de familia teme que alguien en el vecindario esté colocando sustancias mortales para los animales.

"En marzo también se me murió una perrito en circunstancias extrañas", lamentó. Ahora solo quedó con una pequeña gatita y está empezando en regalarla para evitar que tenga el mismo desenlace.