Los sospechosos eran dos. Uno era joven, delgado y vestía de negro. Estaba en el piso y por momentos se movía de un lado a otro, mientras se quejaba del dolor, porque él llevó la peor parte: fue golpeado en el cuerpo y en la cabeza, aún estando tendido en el piso.

El otro también tenía aparentes lesiones, pero a diferencia de su ‘pana’, él no fue atrapado por un grupo de moradores, sino por el hombre que lo tumbó de la moto en la que se movilizaban, cerca del mediodía del sábado 19 de marzo, en el bloque 5 de Bastión Popular, en el noroeste de Guayaquil.

¿Fue un accidente de tránsito? No, pues se habría tratado de una reacción de parte de un joven que circulaba en un Chevrolet Sail, de color rojo, a quien supuestamente atacaron a tiros en un intento de robo.

El presunto afectado, en su defensa, los impactó y uno de los individuos logró correr, pero cuando intentaba cruzar por un callejón, los residentes lo atraparon y le pegaron hasta dejarlo sin energía. Por eso quedó en aparente estado de inconsciencia en el piso.

Luego los lugareños contactaron al ECU 911 para que enviara unidades de emergencia. Fue así que llegaron agentes de la Policía Nacional para atender el suceso y también una ambulancia del Cuerpo de Bomberos para analizar el estado de los sospechosos.

En el sitio también permaneció el presunto afectado, para informar a los investigadores su versión de lo ocurrido.

El denunciante de este hecho, cuando esperaba la llegada de los uniformados, confirmó que le ‘lanzó’ el vehículo a los individuos, quienes -según él- lo quisieron matar.

“Yo les ‘tiré’ el carro, mi sub”, confesó el joven a los primeros agentes que se acercaron a la escena. También les dio sus motivos.

En el lugar del suceso los moradores se agolparon para observar el procedimiento, pero evitaron hacer comentarios por temor.