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Heroísmo en Guayaquil: Daniel Medina, el conductor que desafió el caos

VIRAL | Daniel Medina, operador de bus, cuenta los momentos que vivió la terrorífica tarde del 9 de enero. Hoy es un héroe declarado en redes sociales

Conductor
Daniel Medina, el conductor de bus que se convirtió en héroe el 9 de enero/ Cortesía

Una travesía heroica y llena de sobresaltos llevó a Daniel Medina Hidalgo a convertirse en uno de los personajes más aclamados en las redes sociales durante los atemorizantes eventos del 9 de enero en Ecuador.

En medio de la conmoción por el secuestro del personal de TC Televisión por parte de antisociales, un conductor de la línea 90 en Guayaquil brindó ayuda a pasajeros desesperados por llegar a sus hogares, sin cobrarles ni un centavo por el servicio.

"Estaba en la Garzota cuando empecé a ver todos los videos. Llamé a mi familia, mi mamá y hermanos, quería saber cómo estaban ellos. Fue ahí cuando empezó el caos. A la altura del Hilton Colón, ya la gente estaba demasiado desesperada. Se subía gente que me pagaba el pasaje y gente que no me lo hacía, pero porque pedían que los lleven hasta un lugar más cercano", asegura Daniel.

Después de estar aproximadamente dos horas atrapados en el tráfico cerca de San Marino, el calor sofocante exasperó la situación en el vehículo. "Estaba haciendo sol, la gente se desesperaba, había niños pequeños, personas de la tercera edad. Estaban desesperados y lo único que decían era ‘llévenos a casa, por favor’. Lo único que hice fue también pensar en mi familia y en llegar con vida", relata el conductor.

Con una maniobra perspicaz, la unidad logró salir del atasco, dirigiéndose hacia las Acacias, donde debía finalizar el recorrido. Sin embargo, el clamor de la gente y las súplicas convencieron al chofer de continuar en una ruta aún más riesgosa.

"Lo que estaba pasando por el Cristo del Consuelo era terrible. Las personas empezaron a decirme ‘amigo, pero por favor, ayúdenos a llegar’. Lo que hice fue agachar mi cabeza y encomendarme a Dios y entrar al barrio. Cerré las puertas y me fui una sola", cuenta el conductor, quien al final de la ruta se enfrentó al último desafío.

"Ya con el último pasajero avancé por la 25 y se me acercaron tres individuos encapuchados en moto. Cerré los ojos, quería avanzar, pero me puse más nervioso. Ellos me siguieron, se pusieron adelante mío del bus y justo, como cosa de Dios, llegaron dos patrulleros bien armados. Estoy agradecido con Dios porque me trajo con vida a casa y todo esto es la bendición que él me ha dado", afirma.

Daniel anima a sus colegas a tomar más iniciativas de este tipo, un legado que heredó de su padre, Manuel Medina, fallecido hace cuatro años debido a la pandemia.

"Mi padre amaba el transporte, es de ahí que viene el gesto de ayudar a la gente. Los valores y los principios salen de casa. Así como estamos en el país, todos necesitamos darnos la mano y estar unidos", concluye.

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