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La historia completa del teniente Vivas: declarado inocente por usar su arma de dotación

El oficial conversó en exclusiva con EXTRA y contó el suplicio que vivió durante cuatro años luego de neutralizar una amenaza en Cotopaxi

Teniente Francis Vivas
Adriana Mosquera, madre del oficial, lo abraza luego de saberse el fallo. Cuenta que toda esta situación les cambió la vida.Gustavo Guamán

Al teniente Francis Vivas le fregaron los viernes. No podía salir de vacaciones con su familia o al menos llevarlos a pasear, porque durante cuatro años debía presentarse justamente ese día ante la Fiscalía.

Pero ayer eso se terminó. El oficial fue procesado por la muerte de un hombre en La Maná, Cotopaxi, mientras intentaba detener una pelea, en 2019.

“Esa persona quiso resolver un pleito con un machete. Atacó a un sargento e intentó herirme”, contó a EXTRA este 7 de diciembre luego del juicio que se celebró de forma telemática en el norte de Quito.

Vivas, de 29 años, había llegado a Cotopaxi el 6 de junio de 2019 a prestar sus servicios policiales, luego de laborar en la Cárcel de Latacunga. “Estuve solamente 36 horas cuando ocurrió esta situación”, recuerda.

Según Vivas, la alerta se reportó el 9 de junio de ese año durante un baile en el sector de Chipimburgo, La Maná, cuando unos sujetos pelearon. Uno de ellos entró a su casa y sacó un machete.

“Ante el ataque, accioné mi arma de fuego y uno de los proyectiles hirió en el abdomen al ciudadano. Como no deponía su actitud, otro disparo fue en su antebrazo”.

La muerte

Teniente Francis Vivas
El teniente Vivas fue declarado inocente en la primera instancia del proceso.Gustavo Guamán

Fue entonces que el sujeto arrojó el machete y luego lo llevaron hasta una casa de salud. Tras unas horas, un compañero se contactó con Vivas para decirle que las heridas causaron la muerte de aquella persona.

Así empezó el suplicio legal del uniformado, quien fue detenido para seguir un proceso por homicidio culposo en su contra. Le retiraron su arma y le dictaron medidas sustitutivas.

Cada viernes, él debía presentarse en la Fiscalía de La Maná, sin importar el lugar donde realizara sus servicios policiales. “Fue un cambio total para nuestras vidas, pero siempre le rogué a Dios que todo pasara”, contó Adriana Mosquera, madre del teniente y quien lo acompañó durante todo este difícil momento.

Por ahora, se espera que la decisión se mantenga, ya que fue una sentencia de primera instancia.

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