Hace tres años, Katherine Silva López decidió terminar su relación sentimental con el padre de su hijo, un ciudadano colombiano, debido a los constantes maltratos físicos y psicológicos que, según ella, venía sufriendo.

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A pesar de la separación, ambos mantenían comunicación por la crianza compartida del niño de 5 años. Fue precisamente por este tema que, presuntamente, sostuvieron una última discusión que habría terminado con la vida de la mujer de 30 años.

La noche del miércoles 9 de julio, el cuerpo de Katherine fue encontrado en el dormitorio de la vivienda que alquilaba, ubicada en la cooperativa Libertad y Conciencia, en el Guasmo central, sur de Guayaquil.

La víctima tenía una correa de perro enrollada alrededor del cuello. Según sus familiares, llevaba aproximadamente 24 horas fallecida, pues desde la tarde del martes 8 ya no contestaba llamadas ni mensajes.

“Un amigo se acercó a su casa para entregarle un dinero. Llamó insistentemente, pero como no contestó, se retiró. Al día siguiente volvió, insistió otra vez y, al no obtener respuesta, se asomó por la ventana del dormitorio. Fue ahí cuando la vio tendida en el piso. Al ingresar, observó que tenía una correa de perro en el cuello. Estaba muerta y su hijito esta desaparecido”, relató una allegada de la víctima.

Katherine era la mayor de dos hermanas y trabajaba como costurera.

Constantes discuciones

“El papá del niño estuvo a cargo del pequeño hasta el 9 de febrero pasado. Antes trabajaba como chulquero, pero por la situación de violencia e inseguridad en el país dejó ese oficio y luego empezó a trabajar como guardia. Por eso le devolvió al niño. Sin embargo, siempre discutía con Katherine porque amenazaba con llevárselo a Colombia”, contó una pariente.

Vecinos indicaron que Katherine alquilaba, desde hace cinco meses, el departamento de la planta baja de una casa de dos pisos, donde vivía con su hijo y sus mascotas. “Tenía una perrita que acababa de parir. Presumimos que fue con la correa de ella que la ahorcaron”, comentó una moradora.

Por su parte, una fuente policial confirmó que, tras el examen visual externo del cadáver, se observó un surco en el cuello, por lo que se presume un estrangulamiento.

También detalló que, según el testimonio del amigo que la encontró sin vida, al ingresar a la casa constató que Katherine yacía en el piso con la correa de perro atada al cuello. “De inmediato la desamarró y llamó al ECU-911”, explicó el agente. (AEB)

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