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Hospital IESS Quito: familiares de camarógrafo cuentan su versión ¿Hubo negligencia?
El caso de Fernando Álvarez desató un debate sobre el acceso a salud pública. Sus hijas aseguran que sí fue atendido y denuncian exposición mediática
Selene y Belén Álvarez se turnan para atender la salud de su padre, Fernando Álvarez, quien permanece hospitalizado en la Clínica Colonial, en el Centro Histórico de Quito. “Mi papá está estable. Tenemos que esperar”, declaró Selene.
(Te puede interesar: Se moría, pero el doctor llegaba el lunes: Penoso caso en hospital del IESS de Quito)
El caso tomó notoriedad en redes sociales luego de que una periodista denunciara públicamente que el camarógrafo no había sido atendido en el Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), a pesar de encontrarse en estado crítico.
Sin embargo, las hijas de Fernando desmintieron esa versión. “El relato de los hechos fue tergiversado. Mi papá sí fue atendido. No es cierto que se iba a morir. Está delicado, pero estable”, afirmó Selene.
¿Faltó un médico? La familia explica por qué se retrasó el procedimiento
Belén Ruiz, actual pareja de Fernando, fue una de las primeras en advertir la gravedad del cuadro. En declaraciones previas a EXTRA indicó que “El doctor tratante salió y nos dijo que es grave, que si no lo atienden pronto puede morirse. Pero que el médico llega recién el lunes. Solo lo están medicando para calmar el dolor”.
Ante esta afirmación, las hijas aclararon que el retraso en la embolización se debió a razones médicas. “El diagnóstico fue de aneurismas que le ocasionaron el sangrado. No es que no había el médico, sino que había riesgo de un nuevo sangrado. Había que esperar entre 48 y 72 horas”, explicó Selene.

Se esperaba que el procedimiento se realice la tarde de este lunes 23 de junio, si no se presentaban complicaciones o riesgos.
El caso se volvió mediático y provocó reacciones en redes
De acuerdo con las hermanas Álvarez, el mismo diagnóstico fue confirmado en el hospital privado donde inicialmente llevaron a su padre el jueves 19 de junio, en el HCAM y en la actual clínica donde permanece. Ambas son responsables legales de su padre.
“No solo estábamos preocupadas por su salud, también tuvimos que enfrentar la exposición pública del caso”, reclamó Belén.
La periodista que hizo la denuncia indicó en su cuenta de X que el director del IESS, Édgar Lama, respondió a su llamado y “se apersonó”.
También en X, Juan Pablo Ruiz, compañero de Fernando, respaldó la versión familiar: “Coordiné traslados, activé contactos, incluso firmé como garante para su atención en una clínica privada”.
Ayer, el Presidente del @IESSec , Dr. @EdgarLama , respondió a mi llamado de preocupación por la atención de Fernando y se apersonó del tema.
— Mafer Suasnavas Lamboglia (@MaferSuasnavas) June 22, 2025
Ha estado monitoreando la situación desde ayer y, tal como se comprometió, hoy trasladaron a Fernando para su atención e intervención.
La excepción que debería ser la regla: El caso reabre debate sobre la salud pública
La familia no negó que se comunicaron con varias personas para asegurar la mejor atención para Fernando. Pero este episodio abrió nuevamente el debate sobre la necesidad de contar con conexiones o presión mediática para acceder a servicios en el sistema público de salud.
“¡Ojalá respondieran así a los miles de afiliados! Conozco de cerca el IESS porque estoy con mi madre enferma y he pasado un infierno”, reclamó la periodista y escritora Ana Minga, en respuesta al mismo post.
Ojalá respondiera a los miles y a los cientos que afiliados... Conozco de cerca el IESS porque estoy con mi madre enferma y he pasado un infierno! También hay gente empatia y solidaria, hay que reconocerlo.
— Ana Minga (@AnaMinga) June 23, 2025
El caso de Fernando Álvarez evidencia la fragilidad de un sistema que, en muchos casos, responde más al ruido público que a la urgencia médica.
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