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Diario Extra Ecuador

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El ladrido de Balto alertó sobre el fuego y permitió rescatar a una familia

Los ladridos de Balto, el perro del vecino, despertaron a todos en la barriada de la 38 y la A (suburbio oeste de Guayaquil).

El perro alertó con sus ladridos sobre el incendio.

El perro alertó con sus ladridos sobre el incendio.Vicente Chonillo.

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Los ladridos de Balto, el perro del vecino, alertaron a todos en la barriada de la 38 y la A (suburbio oeste de Guayaquil).

Ante el escándalo causado por su mascota. Cristian Ávila señaló que tuvo que despertarse en la madrugada porque pensó que se trataba de algún ladrón que quería ingresar a la vivienda. De pronto observó una explosión y las llamas que salían por la ventana de la casa contigua. El fuego iluminó toda la calle. Entonces los gritos de auxilio se dejaban escuchar por el sector.

Ávila al ver a la familia refugiada en la terraza de la casa en llamas decidió ir hasta el patio de su vivienda y ayudarlos a bajar. El vecino apoyó dos escaleras en la pared para así llegar a la parte superior de la vivienda afectada y rescatar a la familia que no tenía para donde seguir huyendo de las llamas.

Uno a uno los afectados fueron rescatados por Ávila ante la mirada de los vecinos y la llegada del Cuerpo de Bomberos.

Luego que el incendio fue sofocado por los miembros de la casaca roja, el propietario de la vivienda afectada reconoció lo que el fuego se llevó. También indicó que el inicio de las llamas no pudo ocurrir por un corto circuito debido a que él es electricista y realizó las instalaciones eléctricas con todas las normas de seguridad existentes.

El hombre que prefirió el anonimato, indicó incluso ser miembro de la armada y que cuándo vio las llamas en la parte baja de su vivienda no le quedó más que subir junto a los suyos hasta la terraza y pedir auxilio.

Todo se había quemado incluso el dinero que tenía sobre la mesa de comedor que serviría para pagar una deuda. Este hombre luego de la emergencia supo que los ladridos desesperados de Balto alertaron al vecino que utilizó las escaleras para sacarlos del peligro.

El hombre agradeció a todos los que ayudaron en esta situación incluido a Balto, un perro de raza ‘french poodle’ de cuatro años de edad, quién solo se conformaba con las caricias de sus propietarias.

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