Más de mil personas fueron retiradas de un evento clandestino, que se llevaba a cabo en el coliseo de Chimbacalle, en el sur de Quito. El hecho se registró durante el fin de semana y causó asombro entre vecinos de la zona, que vieron llegar a los uniformados.

Dentro del recinto deportivo, los miembros de la Agencia de Control del Municipio de Quito, se toparon con algunas inobservancias a las medidas de bioseguridad, como la falta de distanciamiento social y el incumplimiento sobre el uso de mascarillas.

Aparentemente, y según testimonio de los residentes de la zona, allí se realizan un campeonato de volley. Sin embargo, fue la denuncia de los mismos habitantes del sector, lo que permitió que los agentes llegaran al punto y terminaran con la actividad.

Pese a la alarmante situación que se vive en los hospitales de la capital, debido al repunte de casos de coronavirus, durante el sábado 27 y el domingo 28 de marzo se registraron aglomeraciones en distintos puntos de la ciudad. Incluso un bar que había sido clausurado en días pasados, seguía operando con los sellos que ordenaban el cierre del sitio.

Solo horas más tarde, los uniformados intervinieron una fiesta clandestina, con más de 400 personas, en Tumbaco, nororiente de Quito. Todas permanecían dentro de una pequeña construcción de bloque sin cumplir con las medidas de bioseguridad.

La Intendencia de Policía también llegó a ese punto y reviso el inmueble. Los infractores, en su mayoría, personas jóvenes fueron enviadas a su domicilio. Pese a los incumplimientos, mientras se retiraban, algunos repetían en son de broma: “toditos nos hemos de morir con COVID-19”.

En San Antonio de Pichincha también hubo indisciplina. Al menos una veintena de personas fueron retiradas del parque central, luego de que las autoridades las encontraran bebiendo en la vía pública y sin las medidas de bioseguridad.