El exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, continuará en prisión preventiva tras la negativa de un tribunal de la Corte Nacional de Justicia a su pedido de habeas corpus. La solicitud, presentada por su defensa legal, argumentaba que el tiempo máximo de prisión preventiva se había cumplido, ya que Glas lleva más de un año detenido. Sin embargo, los jueces determinaron que los plazos aún no han vencido debido a maniobras dilatorias dentro del proceso judicial.

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La audiencia se celebró la tarde del lunes 10 de junio de 2025 y fue presidida por los magistrados Pablo Loaiza, Marco Rodríguez Mongon y Rodrigo Sarango. Luego de más de dos horas de deliberación, el tribunal resolvió que la prisión preventiva dictada en abril de 2024 caducará legalmente el próximo 6 de julio.

¿Por qué se mantiene en prisión Jorge Glas?

El abogado de Glas, Andrés Villegas, sostuvo que su defendido "ya ha superado el límite de prisión preventiva permitido por ley", lo cual justificaría la revocatoria de la medida cautelar. Sin embargo, los jueces concluyeron que los tiempos procesales fueron afectados por retrasos atribuibles a la defensa misma y a otros factores externos, extendiendo así el plazo válido de la detención preventiva.

Aunque la defensa insiste en que se trata de una privación de libertad injustificada, incluso en el caso de levantarse la medida, Jorge Glas no quedaría en libertad de inmediato. Actualmente cumple una sentencia unificada de ocho años de prisión por los casos Odebrecht y Sobornos.

¿Qué pasó en la Embajada de México y por qué fue tan polémico?

El arresto de Jorge Glas tuvo lugar el 5 de abril de 2024 dentro de la Embajada de México en Quito, donde se encontraba refugiado desde el 17 de diciembre de 2023. Ese ingreso ocurrió apenas días después del operativo conocido como “caso Metástasis”, el cual destapó una red de corrupción vinculada al narcotráfico.

La situación se agravó cuando el gobierno ecuatoriano, liderado por el presidente Daniel Noboa, ordenó una intervención policial sin precedentes en la sede diplomática mexicana para capturar a Glas, quien ya había recibido asilo político por parte del gobierno de México ese mismo día.

Este hecho desató una grave crisis diplomática. Organismos internacionales como la ONU y la OEA, así como varios países de América Latina, condenaron la acción por considerarla una violación directa de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. México, por su parte, presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia por el presunto quebranto del derecho internacional.

Otros procesos en curso: recusación a jueces

La jornada del 10 de junio también estuvo marcada por una segunda diligencia judicial. En paralelo al pedido de habeas corpus, se instaló una audiencia de recusación contra dos jueces del tribunal que lleva el juicio del caso Sobornos: Marco Rodríguez Ruiz y Javier de la Cadena.

La defensa de Glas argumenta que estos magistrados no serían imparciales por haber dictado sentencias previas en su contra, lo que —según alegan— constituiría una "enemistad manifiesta". Sin embargo, la defensa de los jueces rechazó la acusación señalando que “no hay antecedentes ni hay norma que establezca que haber dictado una sentencia previa genere una enemistad”, y advirtió que aceptar la recusación atentaría contra la seguridad jurídica del proceso.

Pese a los esfuerzos legales de su equipo de defensa, Jorge Glas deberá permanecer en prisión preventiva al menos hasta el 6 de julio de 2025, fecha en la que se cumpliría el nuevo plazo determinado por la Corte Nacional de Justicia. 

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