La tierra se abrió y casi se la ‘traga’

Sentía que la tierra se la tragaba. Narcisa Arequipa Cedeño regresaba junto a su esposo desde Crucita, pero justo cuando pasaba por el puente Mejía, en la vía Portoviejo-Rocafuerte, la tierra empezó a temblar.
La conductora trató de controlar el vehículo, pero fue imposible y con horror miró cómo la tierra se partía en dos. “Fue un movimiento bárbaro. Mi esposo me dijo ‘Mija, es un terremoto’ y el carro se hundió”, dijo la propietaria del auto rojo que quedó atrapado entre las gigantescas grietas que quedaron en el puente.
Ellos salieron ilesos y hasta la mañana de ayer trataban de sacar el vehículo, que aparentemente tampoco sufrió daños mayores.