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Diario Extra Ecuador

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La mamá de las lagartijas llega a poner orden

La habían hallado en 2003, pero no fue luego de 15 años que volvieron a retomar sus fósiles y concluir que la Megachirella es la mamá de todas las lagartijas que hoy se mueven por los techos de tu casa.

Su descubrimiento es importante para la línea genealógica de los reptiles.

Su descubrimiento es importante para la línea genealógica de los reptiles.AFP

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Se les acabó la diversión a todos esos reptiles que se decían los más viejos entre los viejos. La ahora considerada la nueva mamá de las lagartijas llega para acomodar el árbol genealógico de sus pares reptiles.

La verdad es que entre los huesos que los arqueólogos se pasan encontrando, estaba uno que pasó desapercibido en 2003 y que cobra relevancia en este 2018.

El hallazgo fue hecho en los alpes italianos —exactamente en la cadena montañosa de Dolomitas— y con la ayuda de escáneres más análisis tecnológicos que por entonces eran impensables, académicos de la Universidad de Alberta (Canadá) pusieron sus ojo sobre la Megachirella, la estudiaron y la bautizaron como la “madre de todas las lagartijas”.

Eso no es solo un decir, con las demostraciones hechas a partir del pedazo de esqueleto recogido hace 15 años, los investigadores lograron publicar su descubrimiento en la revista de ciencia Nature.

Y claro, puede sonar muy lejana esta revelación, considerando que se ubica la aparición de la Megachirella hace 240 millones de años, pero si creciste viendo el mundo jurásico —aunque sea fantasiosamente en la tele— esto sí es un aporte a todos esos antepasados que habitaron la tierra.

Ya sabes, los reptiles, lagartijas y dinosaurios tienen un vínculo no muy lejano. Solo como referencia, en 2015, se conoció del Teyujagua paradoxa —que en castellano es lagarto feroz— y fue calificado como el pariente más cercano que dio origen a los dinosaurios, cocodrilos y aves.

¿Increíble? Pues quedó más que verificado por el Laboratorio de Paleobiología del UNIPAMPA (Brasil).

Con este rastro se tiene una mejor compresión de la evolución tanto en lagartos y serpientes. El fósil de la Megachirella le ganó en vejez a su antecesor que era 70 millones más joven; este dato como para insistir que en serio es la ‘mamá’ entre sus similares.

Claro, uno dice Megachirella y no se tiene idea de qué es. Pues esta especie pertenece a la familia de los escuamatos; dicho así suena más incomprensible aún, pero llevado a los animales que conocemos se trata por ejemplo de las iguanas, camaleones, víboras, cobras y por supuesto, lagartijas.

Así lo explica un folleto del Museo de Historia Natural de San Diego (Estados Unidos). Para hacerlo más fácil aún también agregan esta explicación: “Escuamato, que significa “escamoso” en latín, es el nombre que los científicos usan para el grupo de organismos que incluye a las lagartijas con patas y sin patas y a las serpientes”.

Además, de acuerdo a un artículo del diario Washington Post, hay que tenerla clara: hay más de estos escuamatos que los mismos mamíferos.

Y bueno, ya deja de pisar lagartijas porque la verdad están ayudando a entender la evolución animal, porque esta doña Megachirella sí alcanzó a conocer a los míticos dinosaurios, de quienes se tiene noticias solo hace 236 millones de años.

Así que sí, esta sí es la mamá de las mamás entre los huesos hallados de animales pasados.

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