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Las lluvias complican la vida de los quiteños
El Inamhi prevé que las lloviznas en la capital continúen hasta el miércoles, así que es mejor que salga bien arropado.
El cielo de Quito amaneció nublado. La mañana de este 19 de septiembre la temperatura alcanzó los 12.2 grados centígrados. Las personas caminaban apresuradas, abrazándose a ellas mismas para evitar que el viento las enfriara más, debido a los fuertes ventarrones que golpeaban su rostro.
Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), las lluvias ingresaron a la Capital desde la Cuenca Amazónica. Y, hasta el mediodía, la llovizna no cesó. Las calles permanecían resbalosas, los huecos repletos de agua, y la gente entumida por la temperatura, que a las 12:30 llegó a 15 grados.
El Inamhi indicó que el martes y miércoles las condiciones climáticas serán similares. En las tardes habrán lluvias dispersas, por lo que recomendaron a los capitalinos salir de casa bien abrigados, sobre todo, porque el clima puede variar de un momento a otro.
Durante las precipitaciones, varios quiteños han tenido que enfrentar algunos contratiempos, y EXTRA recogió cinco anécdotas que vivieron por culpa del aguacero.
1. Sara Ortiz caminaba hacia su trabajo. Cargaba una sombrilla para evitar que su cabello encopetado se aplastara por las gotas de agua. Ella no se había percatado que en la avenida Amazonas y Colón, en el norte, el adoquinado estaba dañado. De un momento a otro, su pie se hundió en un charco. El zapato se mojó, dejando su pie húmedo.
2. Homer Arboleda perdió la paciencia con la lluvia. Para él, un aguacero es sinónimo de gasto, sobre todo porque los baches de las calles se llenan de agua. Cuando conduce, no puede identificarlos y cae en ellos. Ya ha tenido algunos inconvenientes, como la rotura de la cremallera de su carro, además de desperfectos en la suspensión y amortiguadores.
3. A las 10:00 Ángel Mora se dirigía a su trabajo en una motocicleta. El sol lo engañó y pensó que todo el día haría calor. Sin embargo, mientras se paseaba por Quito, desde Calderón a Guamaní, comenzó a llover. No tenía la ropa adecuada para soportar el agua, por lo que tuvo que continuar hasta poder regresar a su domicilio en Carapungo. Aceleró para no sentir frío.
4. Estefanía Cobo planeaba ir maquillada a la universidad. Se arregló durante una hora frente al espejo, y antes de que lograra tomar un bus, cayó un aguacero que ‘apachurró’ su cabellera y arruinó su ‘look’. El maquillaje se chorreó dejando marcas oscuras en su cara, como si hubiese llorado.
5. Francisco Ríos quedó ‘empapado’ luego de que un carro, que iba a toda velocidad por la avenida Machala, en el norte de Quito, le salpicara el agua de un charco. Él se dirigía al trabajo, y aunque ya llevaba atrasado varios minutos, tuvo que regresar a su vivienda, tomar un baño -nuevamente-, y usar otra ropa. Sin embargo, luego de eso no escatimó el dinero para comprarse un poncho impermeable.