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Los restos de Roberto Costa reposaran en La Dolorosa de Quito
El hermano jesuita falleció la madrugada del miércoles a causa de un cáncer de piel. Su obra más renombrada está en Guayaquil
Sus restos reposarán en una cripta del noviciado de los jesuitas.
La mañana del 13 de julio se llevó a cabo la misa fúnebre en honor al hermano Roberto Costa. El jesuita, de 82 años, murió la madrugada del domingo a causa de un melanoma (cáncer de piel), diagnosticada en enero pasado. Desde ese resultado, Costa fue trasladado hacia la capital, donde era atendido en La Enfermería, un centro de retiro de la comunidad, ubicado en Cotocollao, norte de la ciudad.
El velorio se realizó el 12 de julio en el noviciado, situado cerca del lugar de residencia. Posteriormente, los restos del voluntario jesuita fueron llevados a la capilla de La Dolorosa, donde Gustavo Calderón, padre provincial de esa orden, ofreció la misa. Durante el rito, varios allegados del hermano jesuita compartieron sus experiencia junto a Costa, tanto en el aspecto laboral como el lo personal.
El hermano fue director de Hogar de Cristo, en Guayaquil, durante unos 30 años. Cargo al que renunció para continuar su misión de ayudar a los más necesitados en las cárceles de Cuenca. En esa ciudad duro unos cuatro años, hasta que enfermó y fue enviado a Quito para sus cuidados médicos. Durante sus años de labor construyó unas 200 mil casas para personas en sectores vulnerables del Puerto Principal.
Un modelo a escala de esas viviendas acompañó el ataúd de Costa. Junto a la casita de madera una foto del misionero recordó a los presentes las acciones bondadosas del hombre. Luego de la eucaristía estaba previsto que los restos sean sepultados en una cripta de la comunidad jesuita, ubicada debajo de ese templo.