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Quito gritó por la paz
La idea era gritar para que regrese la paz al Ecuador, trastocada luego de los hechos violentos que desencadenaron siete fallecimientos: cuatro militares y tres trabajadores de la comunicación.
Una concentración masiva de personas se observaba en el arco del parque El Ejido, centro norte de Quito. Camisetas blancas y globos del mismo color fueron los símbolos con los que se movilizarían hacia el Centro Histórico.
La idea era gritar para que regrese la paz al Ecuador, trastocada luego de los hechos violentos que desencadenaron siete fallecimientos: cuatro militares y tres trabajadores de la comunicación.
El clamor también era para exigir la devolución de dos secuestrados más que se encontrarían en suelo colombiano.
La cita se pactó a las 17:30 de este 19 de abril. La mayoría de presentes eran quienes exigían la liberación de Efraín Segarra, Paúl Rivas y Javier Ortega, secuestrados el 26 de marzo y posteriormente victimados.
Compañeros, amigos y familiares de los fallecidos encabezaron la movilización que se dirigía por la avenida Diez de Agosto. Por más de una hora, los gritos hacían alusión a que no debían haber más víctimas del infame conflicto.
Carteles y pitos, así como tambores, acompañaban la marcha que llegó hasta la plaza de San Francisco. Estaba previsto, en un principio, llegar hasta el palacio de Carondelet, pero otra marcha gobiernista ya había arribado.
La convocatoria atrajo a cientos de personas que se posaron frente a la iglesia del lugar. Con micrófono en mano, los organizadores pidieron que se hiciera un minuto de silencio en honor a los afectados.
Después, discursos para exigir justicia se leyeron y luego se cantó el himno Nacional del Ecuador. Velas se encendían por doquier y las lágrimas brotaban en cada abrazo que se regalaban los presentes.
Finalmente, los agradecimientos para quienes apoyaron la iniciativa los dieron familiares del equipo periodístico.
En Ambato hasta los niños marcharon por la paz
Jubilados, niños, madres de familia, estudiantes, voceadores, comerciantes y ciudadanos se unieron junto a los periodistas para hacer el llamado a seguir viviendo en un país de paz.
Ahora el clamor es por las nueve personas que han sufrido en manos de los disidentes, cuatro de ellos militares, tres del medio de comunicación y ahora la pareja que está secuestrada.
La convocatoria fue a las 17:30 del jueves 19 de abril, en las avenidas Unidad Nacional y Cevallos, centro de Ambato, provincia de Tungurahua.
Los niños se colocaron la bandera porque desean en un futuro caminar libremente, mencionaron. También llevaron camisetas blancas, carteles, globos, flores y elevaron en unísono la voz por la paz.
Para Ángela Fonseca, presidenta de la UNP-Tungurahua, también es preocupante lo que pasa en el país, “pero no vamos a permitir que este tipo de violencia atente nuestra integridad. Queremos vivir tranquilos y los periodistas seguiremos luchando ante cualquier frente”, expresó
El presidente de la UNE-Tungurahua, Tito Carrillo, exigió al gobierno que diga la verdad de todo lo que pasa respecto al narcotráfico. “Que se denuncie y se castigue a esos grandes protegidos”, pidió Carrillo.