Militar herido en Mataje perdió sus piernas

Un helicóptero Super Puma voló rápidamente desde San Lorenzo, Esmeraldas, hasta la capital ecuatoriana con tres de los siete heridos en la explosión de la mañana de este 20 de marzo. Todos son miembros de la Infantería de Marina de las Fuerzas Armadas del Ecuador.

En primera instancia, los afectados fueron atendidos en el hospital de San Lorenzo luego de la detonación. Después del arribo, los llevaron hasta el quirófano donde se hicieron las primeras intervenciones.

Édgar Cadena, director médico del centro hospitalario, dijo que los tres estaban en situación grave. Wilmer Álvarez, cabo primero, requirió la amputación de sus piernas. “Actualmente está en estado crítico por el shock, a pesar de la intervención”, acotó.

Agregó que la estabilidad del paciente se analiza en un transcurso de 12 horas post operatorias. Esto porque perdió mucha sangre.

Mientras que el cabo Luis Erazo tenía politraumatismos por la fuerza de la explosión. El tercero es el sargento segundo Javier Pérez, quien requirió de una cirugía plástica para reconstruir su rostro.

Rubén Hernández, director general del Hospital de Especialidades de Fuerzas Armadas, dijo que no se pueden adelantar criterios con respecto al tipo de armamento usado para la agresión. “Solo sé que son traumas bastante serios”, indicó.

Todavía no se conocía si llegarían otros uniformados hasta la casa de salud de los militares en Quito.