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Sorprendente rito ancestral fue clave para localizar el cadáver
Un joven de 21 años pereció ahogado cuando se acalambró en una represa. Su cadáver fue hallado gracias al mate con vela sobre el agua.

El fallecido vivía en La Libertad.
No fueron necesarios los recorridos en canoa, tendido de redes y buceos que se habían preparado la mañana de este 16 de septiembre para la búsqueda del cuerpo de Aldo González Ortega, el joven de 21 años que se ahogó la tarde del pasado domingo en la represa de la comuna El Azúcar.
Sus familiares pidieron que antes del ingreso de los rescatistas a la represa, se coloque un mate con una vela encendida por el área donde pereció y como por arte de magia en cuestión de minutos el cuerpo del fallecido flotó.
¡Allá esta Aldo, levantó la cabeza!, fue el grito de las personas que no perdían la mirada al mate que se desplazó en el agua. Fue entonces que se divisó al occiso. De inmediato un equipo de buzos de la marina y elementos del cuerpo de bomberos de Salinas llegaron al lugar y llevaron hacia la orilla al difunto.
Ante el llanto de sus familiares y amigos por la irreparable pérdida, la efectividad del rito fue muy comentado: “Es una creencia bien efectiva de nuestros viejos, parece mentira pero hoy hemos sido testigos que da resultado”, dijo Carlos Saltos, uno de los presentes al pie de la laguna.
La tragedia
Aldo González Ortega, acudió al mediodía del domingo a visitar a su hermano Johnny, quien labora como guardia de seguridad en la hacienda Las Palmeras, ubicada en la comuna El Azúcar.
Aldo viajó junto a su primo Roger. La visita emprendida desde La Libertad tenía como objetivo llevarle un teléfono celular reparado a su hermano.
Al llegar a la finca que colinda con la enorme presa, los visitantes decidieron quedarse por más tiempo, después de servirse un cebiche, optaron por pasear en el lago en una ciclonauta (embarcación con pedal), para luego lanzarse al agua, con tan mala suerte que en la algarabía Aldo se acalambró y se ahogó.
Su hermano Johnny, fue testigo de la tragedia: “Me gritaba que le ayude, que no le deje morir, yo logré levantarle dos veces, pero luego se hundió y no pude hacer nada”, narró entre llanto el guardia.
Aldo González Ortega, residía en el barrio San Vicente del cantón La Libertad, sus parientes al verlo sin vida no encontraban consuelo ante tremenda tragedia.