Cuando se trata de la suspensión de la motocicleta, tenerla funcionando ‘papelito’ es lo que marca la diferencia entre pegarse un ‘suelazo’, un accidente grave, lesiones de espalda, la muerte, y rodar con seguridad por las calles de la ciudad.

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Y se vuelve aún más imperativo si la localidad donde se reside aún no tiene todas sus vías debidamente pavimentadas. Por eso, es necesario conocer cómo hacerle algunos mantenimientos básicos a la ‘renegada’, en caso de un imprevisto o daño fortuito.

Cambiar los amortiguadores es una labor bastante sencilla, que si bien requiere una herramienta específica para hacerlo, se puede prescindir de ellas con un poco de cuidado y creatividad; además de eso, básicamente necesitas una matraca y dados de las medidas adecuadas para tu motocicleta.

¿Cómo se cambia los amortiguadores de la motocicleta en casa?

A continuación le explicamos cómo meterle mano a la ‘furiosa’ para dejarla con resortes nuevos. Se recomienda empezar el proceso con la llanta trasera y se debe hacer en un terreno nivelado, pues se requiere elevar la moto del suelo.

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1. Aflojar pernos. Utilice una matraca o llave hexagonal para liberar los pernos o tuercas que mantienen los amortiguador fijado al cuerpo de la motocicleta, pero no hay que retirarlo, solo liberarlos hasta que no hay resistencia para darles vuelta.

2. Levantar la motocicleta. Utilizando un caballete o gato para motos, elévela y ahora sí afloje completamente los pernos, tuercas, arandelas (tenga cuidado al hacerlo, pues accesorios como las direccionales, estribos del asiento y carcasas pueden estar fijados en el mismo sitio y caer al retirarlos) y saque el amortiguador viejo.

3. Colocar repuesto. Ponga las piezas nuevas en el marco y haga el proceso inverso: coloque arandelas, pernos y roscas en el mismo orden que estaban y apriételos fuertemente al marco.

4. Calibrar precarga. ajuste la precarga del amortiguador con la configuración que se ajuste a sus necesidades (aprenda cómo hacerlo el próximo martes en EXTRA).Repita el proceso con la otra llanta y está listo para ‘despegar’ sin miedo a los baches.

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