Los frenos del automóvil, aunque son un sistema de suma importancia, necesitan poco mantenimiento para funcionar correctamente. Si el dueño de auto cumple cabalmente con el calendario de mantenimiento, difícilmente le harán pasar por una emergencia en las vías.

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Sin embargo, hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos y materiales de construcción, de los cuales depende el grado de eficiencia a la hora de detener el carro. Por eso es importante conocer los beneficios y desventajas de cada variedad, para así elegir el que más le convenga.

El maestro Roberto Cruz, mecánico del taller Servicentro RAM, explicó que hay dos sistema de freno que utilizan prácticamente todas las marcas y modelos de carros disponibles en el mercado: frenos de disco y frenos de tambor.

¿Cada cuántos kilómetros se deben cambiar los discos y pastillas de freno del carro?

En el caso de los frenos de disco, este sistema está conformado por discos y pastillas, ambas piezas de desgaste que se deben cambiar apenas cumplen su vida útil; en el caso de los discos, se deben cambiar entre los 60.000 y 120.000 kilómetros, dependiendo de la exigencia en el uso cotidiano.

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Sin embargo, se recomienda rectificarlos con cada cambio de pastillas, que se debe realizar entre los 20.000 y 50.000 kilómetros.

En el caso de los frenos de tambor, un sistema más antiguo y barato de mantener, se deben cambiar con frecuencia las zapatas y los tambores. Los tambores se cambian entre los 120 y 150 mil kilómetros, mientras que las zapatas llegan a durar entre 50 y 80 mil kilómetros.

En lo que respecta a las pastillas de freno, hay que tener en cuenta que el material de su fabricación incide en su eficiencia y durabilidad, detalló Cruz, quien explicó que los hay de tres tipos:

• Orgánicas: Son las más suaves, generan poco ruido, pero sufren mayor desgaste durante la fricción con los discos; además, genera polvo residual, que le puede restar efectividad a los frenos si se llega a acumular considerablemente sobre la superficie de los discos.

• Metálicas: Son las más duras de todas y generan más ruido, aunque tienen mayor capacidad de frenado y de disipar el calor; Por su dureza, causan más desgaste a los discos y también generan polvo.

• Cerámica: Tienen mayor capacidad de frenado y buena dispersión de calor; además, generan muy pocos residuo con vida útil de más de 50.000 kilómetros. Sin embargo, son mucho más costosas de las otras dos alternativas.

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