A Olgo Vidal Anchundia Bravo la muerte lo ‘agarró’ en su domicilio. Varios sujetos que fingieron ser policías y ‘amagaron’ con estar realizando un allanamiento, lo madrugaron a plomo y a sangre fría.

La descarga de disparos se escuchó aproximadamente a las 02:00 del viernes 6 de agosto. Los gritos de auxilio levantaron de sus camas a los habitantes del sitio San Pedro, en Portoviejo, provincia de Manabí.

Cuatro sujetos serían los que perpetraron el ataque al estilo sicariato. Llegaron encapuchados, tumbaron la puerta de ingreso a la propiedad y usaron armas de fuego para asesinar a Vidal. Allegados de la víctima contaron que el cuerpo quedó sobre la sala del domicilio.

Añadieron que los pistoleros arribaron en una camioneta color blanco y huyeron despavoridos tras cumplir el objetivo criminal.

Durante la madrugada, la policía desplegó diversos operativos para dar con los responsables del asesinato. A eso de las 05:00 fueron alertados de la incineración de un vehículo.

Los investigadores se trasladaron al sitio Las Antenas, zona rural de Montecristi, a unos 40 minutos de distancia del lugar de la muerte violenta. Allí constataron la existencia de una camioneta blanca doble cabina, quemada en un 80 %. Se presume que todo fue obra de los sicarios para borrar evidencias.

Según el coronel Pablo Ramírez Erazo, comandante de la Policía en Manabí, el carro presentaba las mismas características que describieron los familiares de la víctima.

De acuerdo con los registros del Consejo de la Judicatura, Anchundia presenta diez antecedentes penales por diferentes delitos. Este pasado judicial hace presumir que se trató de una muerte relacionada a un ajuste de cuentas entre organizaciones delictivas.

Además se conoció que era familiar de otros dos ciudadanos que también fueron asesinados a bala este año. (AG)