Efraín Velástegui Gómez caminaba presuroso por el pasillo que conduce a los pasajeros del metro desde la entrada de El Ejido, centro-norte de Quito, hasta el andén.

Ayer miércoles, este hombre estaba apurado porque no quería perder el bus que lo llevaría hasta Guayaquil, Guayas, desde la Carita de Dios. En su trayecto, llevaba una maleta de mano con rueditas y cargaba también una mochila.

(Te invitamos a leer: Quito: Niño de 5 años fue asesinado, desmembrado y quemado en la zona de El Panecillo)

“Vine a Quito hace unos cuantos días, por temas de trabajo. La verdad, aproveché también para hacer un recorrido y turistear un poco”, precisó, haciendo una pausa en su apuro por viajar.

En la capital, Velástegui, oriundo de Portoviejo, Manabí, estuvo con una compañera de trabajo, quien también se movía presurosa por el pasillo. El joven contó que visitó algunas partes y que al final de su trayecto decidió experimentar lo que es movilizarse en el metro.

Lo que más intrigaba al portovejense era saber cómo es la estructura de este nuevo medio de transporte de Quito. “Me dijeron que el viaje es sumamente emocionante y que, evidentemente, es muchísimo más eficiente que tomar un bus en la superficie”.

La idea de conocer el funcionamiento tenía como objetivo contarles a sus seres queridos sobre la nueva experiencia en la ciudad. Lo que más le gustó a Velástegui fue que, hasta el momento, las paradas están muy bien mantenidas.

“Algo que debemos rescatar es cómo las personas están respetando la movilidad dentro de este pasillo. Cada quien va por su lado derecho hasta llegar a donde se toma el tren”, resaltó el portovejense mientras se dirigía rumbo a la terminal terrestre de Quitumbe.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!