SUSCRÍBETE
Diario Extra Ecuador

Actualidad

“El estilo de vida militar les va a chocar”

Las chicas aprenden desde saludar hasta marchar. Aseguran estar emocionadas porque harán historia.

Las jóvenes actualmente pulen su marcha con cuatro instructoras.

Las jóvenes actualmente pulen su marcha con cuatro instructoras.Jimmy Negrete / EXTRA

Publicado por

Creado:

Actualizado:

María de los Ángeles Toscano Molina apenas pestañea. En su rostro no aparece ningún gesto hasta que le preguntan por qué decidió hacer el servicio militar voluntario.

“Por mi familia, quiero sacarla adelante”, recita la joven, de 19 años, con un tono marcial que desfigura la voz que usaba hasta hace una semana para vocear los productos que vendía como comerciante informal en su natal Durán.

Desde las 18:00 del pasado sábado, cuando recibió la noticia de que sería una de las 199 primeras conscriptos femeninas de las Fuerzas Armadas en la historia del Ecuador, reside en la Base Naval Norte de Guayaquil.

Pasa su mano morena por la sábana blanca de su litera, para asegurarse de que no quede ni una sola arruga sobre el colchón. Ese entrepuente, como llaman a la habitación donde descansan las 24 jóvenes que serán entrenadas en ese cuartel, fue adaptado especialmente para ellas.

A María de los Ángeles, además de estar lejos de la familia por la cual viste por primera vez aquel traje de camuflaje, lo que más se le dificulta de su nueva vida es el ejercicio físico. “No estoy acostumbrada, pero me estoy adaptando.

Es un cambio positivo”, vuelve a pronunciar ceremoniosa, pero con semblante impasible. Minutos antes, en plena formación, la teniente Gabriela Urquizo les llamaba la atención a aquellas que dibujasen alguna mueca en su rostro. Esta primera semana, para ellas, es de adaptación.

“El paso del estilo de vida que llevaban al estilo de vida militar les va a chocar. Lo más difícil es el régimen, acá todo es con tiempo”, explica la infante de Marina, que es la jefa de la Compañía de Conscriptos Navales, interrumpida por el cántico castrense que gritan las jovencitas, quienes practican su marcha sin bajar el mentón.

Además de ella, cuatro tripulantes instructoras cuidan cada detalle, las guían, les enseñan y también las reprenden por el más mínimo acto de indisciplina.

Durante estos primeros días deberán aprender formaciones básicas, saludos, los grados militares, “y hasta ahora están respondiendo muy bien, están comprometidas”, dice entusiasmado el comandante de la Base Naval Norte, capitán Antonio Abril, quien mira la formación desde lejos.

Entre las mujeres resalta Lady Diana Oseguera, no solo porque es una de las más altas, sino porque es la que porta el banderín de la institución.

Su voz es fuerte, como su rostro y movimientos calculados. Para ella, nada de lo que ha vivido en estos días es ajeno, porque sus primos son militares. “Siempre me han motivado mis padres, mi familia, para llevar este uniforme. Sabía a lo que venía, con mi carácter formado”, pronuncia con la mirada fija en un punto del horizonte.

Al igual que la guayaquileña, de 21 años, el resto de sus compañeras sabe que harán historia, lo que las motiva aún más. La teniente Urquizo lo resume como una “gran responsabilidad sobre sus hombros”, para romper paradigmas.

tracking