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¡Más de 2.700 militares y policías contra la minería ilegal!
Operativo sorprendió a la zona minera ilegal de Buenos Aires a las 04:00. Uniformados tomaron el control de la zona. Pobladores comenzaron a abandonar la zona, aunque algunos mineros, que se encuentran en la zona alta, se niegan a salir.
Al menos 17 personas permanecían aprehendidas en un camión militar en el sector de Ciudad de Papel, perteneciente a la parroquia Buenos Aires, cantón Urcuquí, Imbabura, como parte del operativo contra la minería ilegal que se desarrolló desde antes de las 04:00 de este martes 2 de julio.
En la acción participaron 1.200 policías y más de 1.500 miembros de Fuerzas Armadas. La intervención se dio tras la declaratoria de emergencia dispuesta por 60 días por el presidente Lenín Moreno la tarde del lunes 1 de julio.
Además de los detenidos se incautaron armas blancas, motosierras, taladros, pulidoras, botellas de licor, radios de comunicación, celulares, entre otros objetos.
Camiones militares, camionetas policiales y particulares sirvieron para el traslado de unas 800 personas de tres sectores de La Merced de Buenos Aires, Urcuquí, Imbabura, hacia Ibarra.
La salida de hombres, mujeres, niños y mascotas se dio desde la Visera, El Mercado y Ciudad de Papel en las primeras cinco horas de la acción informó el general Hernán Carrillo, director de Operaciones de la Policía.
En tanto que el retiro de quienes efectuaban actividades relacionadas con la minería ilegal no alcanzó a los sectores altos de las minas. El general Carrillo espera que el desabastecimiento haga que abandonen los lugares.
Una tarea que tomará su tiempo
Según el director de Operaciones de la Policía, la acción no tomará solamente tres días sino al menos un mes. Se trató de un grupo heterogéneo en el que al menos un 60 por ciento corresponde a ciudadanos colombianos y venezolanos.
La salida fue pacífica y sin enfrentamientos, dijo el general. Eso fue corroborado por Alba, una mujer de 57 años que hace dos meses llegó al sector para poner un local de comida. Dice que no le fue bien y ya pensaba abandonar el cambuche (caseta) por el que pagó 400 dólares. Su aventura le costó al menos 2.000 dólares, reveló desilusionada.
Ella aseguró que desde la semana pasada la gente empezó a abandonar el sitio tras la llegada de la Policía. Unas 2.000 personas de más de 10.000 habrían dejado el sector por su propia cuenta.
Pero a lo que sucede hay que darle seguimiento, pues la minería ilegal habría provocado el cometimiento de una docena de delitos. Un ciudadano colombiano que trabaja para una proveedora de internet en la parroquia reveló que la situación se agravó cuando hubo un enfrentamiento que provocó al menos cuatro heridos.
Además de ese problema los agricultores y productores del sector fueron afectados. En el centro de acopio de café del Corazón de Guadual, parroquia San Jerónimo de Urcuquí, ya no hay quien trabaje. Es la queja de un hombre de ojos verdes, sombrero de paja y camiseta roja. Tendrá unos 55 años.
El hombre cuenta, desalentado, que el negocio “se fue a pique” porque todos sus trabajadores (no dice cuántos) fueron a trabajar en las minas de la Merced de Buenos Aires hace casi seis meses.
Instalados en Buenos Aires
Unos 200 militares instalaron sus carpas y toldos en los espacios planos que encontraron. Es el primero de tres controles que se localiza a lo largo de la vía empedrada y polvorienta por la que se llega a Buenos Aires, que tiene 1.890 habitantes.
Es una zona de difícil acceso en la que habría miles de ciudadanos asentados dedicados a la minería ilegal y a otras actividades ilícitas, además de la afectación ambiental.
La ministra del Interior, María Paula Romo, señaló que existían distintos puntos de conflictividad. En las tareas de inteligencia encontraron que se había abierto un nuevo boquete de explotación mediante un sistema de poleas de transporte ilegal que en algunos casos fueron cortadas.
Muertes violentas, explotación sexual y laboral, prostitución, son parte de los delitos encontrados. Una menor de edad fue hallada en poder de dos personas adultas que no eran sus familiares.