La última vez que los familiares de Bella Jamileth Vargas Guerrero la vieron con vida fue el pasado lunes. Luego, durante el transcurso de la semana y hasta la noche del jueves, ella se contactaba por teléfono con sus seres queridos y les decía que estaba bien, pero que aún seguía buscando trabajo en Guayaquil.

La mañana del viernes, la angustia se apoderó de su progenitora Bella Guerrero, pues la menor de sus dos hijas no contestaba, las llamadas, ni los mensajes que le hacía a su celular.

Preocupadas, la madre y la hermana de la chica, de 26 años, se contactaron con la amiga, donde se habría hospedó durante su estadía en el Puerto Principal, a donde se había traslado para buscar empleo como enfermera.

“El viernes la amiga nos dijo que no sabía nada de mi hermana y que no nos angustiemos, que ya iba a aparecer y que si no lo hacía ella iba a la Fiscalía a poner la denuncia”, dijo Karen Vargas, ñaña de la fallecida.

La allegada relató que como Jamileth continuaba sin contestar el teléfono, ellas decidieron viajar desde su natal Naranjal, hasta el Puerto Principal para informar a la Policía la desaparición de su ser querido.

“Primero fuimos a los hospitales y a la cárcel. Luego acudimos a la Dinased (Unidad de la Policía encargada de los delitos contra la vida, muertes violentas y desapariciones). Allí un agente nos enseñó las fotos de una joven que habían hallado muerta la mañana del sábado en el kilómetro 21 de la vía a la Costa, presuntamente víctima de un accidente de tránsito. Estaba descalza”, contó llorando la madre de la chica.

Karen explicó que Jamileth tenía dos dibujos en su piel, uno en la pierna con el nombre de su hija, de 6 años y otro en el hombro derecho (un girasol) y que por esos tatuajes la reconocieron.

Tanto la progenitora como la hermana de la joven no creen que se halla tratado de un accidente. “A ella le hicieron algo y la dejaron botada, pedimos a la Policía que investigue que pasó con mi hija”, expresó llorando su madre. (AEB)