El crimen de Jenny Yugsi revela nuevos detalles. Pese a que la muerte fue en marzo de 2019, las investigaciones desvelaron, en esta semana, que el femicidio habría tenido un fondo económico. ¡Dos juicios de alimentos! Y EXTRA tuvo acceso a los documentos oficiales de este caso que conmocionó a los capitalinos.

La historia comenzó así. Jenny Yugsi llegó a la Unidad Judicial de la Familia, Niñez y Adolescencia de Latacunga, en Cotopaxi. Estaba a escasos días de dar a luz al hijo de Luis Chugchilán, el hombre que luego se convertiría en el verdugo de ella. Y también de su bebé.

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Dicen los familiares de la víctima que ella fue a poner las querellas porque, supuestamente, Chugchilán no quería reconocer al niño. Entonces el primer proceso empezó por alimentos a mujer embarazada.

El caso lo conoció el juez subrogante, Milton Calle, quien aceptó como válido el trámite de Yugsi. En una primera resolución, el jurisconsulto dispuso que Chugchilán pagara la cantidad de 108 dólares. Adicional a esto, él debía entregar otros 250 para los gastos por el parto.

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La disposición se dio el 27 de agosto de 2018. Ocho meses antes del asesinato, ocurrido en Toacazo (Latacunga, Cotopaxi).

Hasta noviembre de ese año, Chugchilán entregó una suma de 500 dólares, dijo en su defensa. Luego terminó por reconocer legalmente al infante como su hijo, aunque dentro del proceso tenía que hacerse una prueba de ADN. Sin embargo, esto no se realizó.

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Y luego hubo otras diligencias. Cuando el niño nació se inició otro proceso judicial para fijar la pensión alimenticia del infante. Esta vez la diligencia se cumplió el 4 de enero de este año. Se resolvió el futuro económico del menor de edad. Estaba una pensión alimenticia asignada. ¿Qué pasó entonces?

Le destrozó la garganta

El largo proceso fue el detonante, al parecer, para cometer el crimen, según los familiares de Yugsi. Ellos explicaron durante la investigación del femicidio (artículo 141 del Código Orgánico Integral Penal) que los maltratos contra la mujer comenzaron supuestamente por ambos juicios.

Dos meses después de la última diligencia, Chugchilán llamó a la mamá de su hijo. Él estaba en Quito y ella en Toacazo, donde residía con su madre.

Era la mañana del 26 de marzo, cuando la joven fue con su hijo para conversar con el implicado. Se encontraron cerca de un canal de riego, dijo el sujeto.

En ese sitio, el hombre supuestamente agredió a la mujer, detallan los informes. Según la Fiscalía, el tipo le habría destrozado la garganta.

Después de eso, al parecer, arrojó a Yugsi hasta la acequia. No le importó que ella cargaba en su espalda a la criatura. Fue así como el pequeño también fue a la tumba junto con su madre.

Desde ese día inició una búsqueda desesperada de los familiares. El 1 de abril se regó la noticia de que dos cadáveres fueron hallados en un canal de agua. Los cuerpos obstruían el paso del líquido y los encargados del mantenimiento fueron a revisar. Así los hallaron.

Entretanto, Chugchilán se entregó a las autoridades indígenas de la localidad. Ellos decidieron castigarlo, haciendo que cargue piedras hasta la plaza central de Toacazo.

Allí fue entregado a la Policía. Y comenzó el proceso en la justicia ordinaria. En el juicio se ordenó que pagaría 34 años de cárcel por este hecho.

Esta sentencia aún no se encuentra ejecutoriada. (MAG)