El susto del incendio ya había pasado. Tres casas terminaron reducidas a escombros.

Los afectados se lamentaban de lo ocurrido, la madrugada del miércoles 27 de enero, en el sector Nicolás Lapentti, de José Luis Tamayo (Muey), en Santa Elena. Y aunque todo parecía inservible, las tres familias tenían la esperanza de rescatar alguna cosa entre lo quemado.

Mientras hurgaban hallaron algo inesperado que les aumentó la pena y el dolor. “No puede ser, aquí hay un muerto”, gritó un hombre al percatarse del cuerpo. Todos corrieron a ver y confirmaron que se trataba de José Eduardo de la Rosa, de 56 años, que yacía entre todo lo chamuscado.

En ese momento volvió a reinar el caos. Los presentes no daban crédito a lo ocurrido. ¿Cómo los bomberos no se percataron que aquí estaba un hombre?, se preguntaban todos.

Los familiares no paraban de llorar e inclusive un hombre y una mujer se desmayaron al descubrir a su pariente sin vida.

“Cuando nos dimos cuenta de las llamas todos corrimos para diferentes lados con la finalidad de salvar nuestras vidas, pensábamos que mi ñaño también había salido, aún no entiendo por qué se quedó”, decía llorando otro de los parientes.

Junto a José Eduardo también estaban dos perros que terminaron carbonizados. “Él quería mucho a sus perritos, quizás por salvarlos no pudo salir”, dijo José González .

Se desconoce el origen del incendio, pero las llamas se alimentaron con la explosión de dos cilindros de gas.

Aproximadamente 40 bomberos llegaron para controlar la emergencia. (JL)