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¡Nadie reclama a los jordanos!
Hasta ayer ningún pariente de los baleados, un padre y su hijo, realizaban los trámites en la Fiscalía de Daule. La policía revisa los vídeos para tratar de identificar a los dos pistoleros.

Empleadas y amigos de las víctimas aún no salen del asombro por lo ocurrido.
Un hombre que fue retenido la madrugada de ayer para ser interrogado por el asesinato de los jordanos Jalil Mohamed, de 41 años, y su hijo Nazzer Mohamed, de 23, quedó en libertad a las 16:30, tras rendir su versión en la Fiscalía de Daule.
El doble crimen ocurrió la mañana del miércoles en el kilómetro 1,5 de la vía a Salitre, donde los extranjeros fueron masacrados a ‘plomo’ dentro de un baño, en una barbería propiedad de las víctimas, indicó el fiscal César García.
Mientras tanto hasta ayer ningún familiar de los baleados había acudido a la Fiscalía para gestionar los trámites y retirar los cuerpos que fueron llevados hasta el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Guayaquil.
Un manto de misterio envuelve este hecho de sangre, aunque la policía dijo que no se trató de un robo, porque los pistoleros no se robaron nada. Ingresaron al local con vestimenta similar al que usa una empresa del Estado y utilizando pistolas semiautomáticas les dispararon y huyeron en un carro.
La policía ayer continuaba con la revisión de los vídeos de los locales cercanos al hecho, para tratar de identificar a los dos pistoleros.
Una de las empleadas de la peluquería donde ocurrió el hecho comentó a EXTRA, que ella no estaba en el local, pero se enteró que cuando las chicas iban a poner un botellón de agua, se dieron cuenta que dos tipos vestidos con uniforme similar a los que utiliza la empresa eléctrica y hasta tenían puestos guantes, ingresaron, ellas se escondieron y escucharon varios disparos.
“Yo no estaba en el negocio, sino en el domicilio de don Mohamed lavando unas toallas, pero en ese instante fue una de mis compañeras a buscarme y me dijo que los habían asesinado”, dijo la joven.
Mientras otra de las trabajadoras asustada, expresó brevemente que fue una verdadera pesadilla lo que se vivió cuando iniciaba su jornada de trabajo el miércoles pasado.
Son seis las chicas que trabajaban en la peluquería, barbería y centro de masajes, pero hasta ayer ellas no salían del asombro de por qué mataron a sus jefes. (ERS)