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Hija de narco: “Siempre supimos que algo andaba mal”
Su padre se hizo rico ingresando marihuana a EE.UU. Ella todavía dice que era “un padre maravilloso”.

Tyler y Caitlin Wetherall junto a su padre, Benjamin Glaser.
Cuando era niña, no entendía por qué tenía que mudarse constantemente de casa. Vivía rodeada de riquezas, pero no sabía de dónde venían. Esa es la historia que cuenta Tyler Wetherall, que se enteró de que su padre era un narcotraficante cuando tenía 9 años.
En una entrevista a The New York Post, Wetherall explica cómo sus padres tenían que ingresarlos a la escuela con nombres falsos y buscar maneras seguras de gastar dinero ganado de forma ilegal.
Todo esto debido a que su padre, Benjamin Glaser, era buscado por el FBI por ingresar toneladas de marihuana a los Estados Unidos en la década de los ochenta.
La familia de Wetherall venía de San Francisco, pero una vez que las autoridades empezaron a sospechar de la actividad criminal de su padre, decidieron mudarse. Según información del portal Infobae, en menos de una década, la familia había vivido en 13 lugares diferentes y 5 países distintos.
En sus viajes convivirían con peligrosos criminales como el traficante de armas Adnan Khashoggi y el dictador haitiano Jean Claude Duvallier.
Wetherall recoge estas anécdotas en su libro autobiográfico ‘Sin camino a casa’. Ahí cuenta el momento en el que su padre fue arrestado. En 1995, la policía británica dio con su paradero, en parte gracias al esfuerzo de Glaser por mantenerse en contacto con sus hijas, que lo dejó al descubierto.
Glaser estuvo en la cárcel por cinco años, hoy es un hombre libre y mantiene que traficar marihuana es “un crimen sin víctimas”. Su hija mantiene que le tiene “mucha admiración” y que “a pesar de sus decisiones, fue un padre maravilloso”.