La noche del jueves 31 de julio de 2025, se registró un nuevo atentado en la isla Puná. Según datos extraoficiales, varios sujetos armados dispararon y lanzaron un artefacto explosivo contra dos embarcaciones de carga que se encontraban atracadas en un muelle local.

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Durante el ataque, dos tripulantes que permanecían a bordo habrían sido secuestrados, según reportes de la comunidad. Hasta el cierre de esta nota, no se ha confirmado oficialmente su paradero.

El hecho ha encendido nuevamente las alertas sobre la crítica situación que vive la isla Puná, donde la violencia del crimen organizado no da tregua. Moradores denuncian que la cabecera parroquial y varias comunidades como Barrio Lindo, Balza Amarilla y La Loma estarían bajo control de bandas criminales, que han infiltrado todos los sectores, desde el transporte marítimo hasta el comercio local.

Comunidad bajo asedio

Las denuncias ciudadanas apuntan a que el pueblo pesquero ha sido completamente “vacunado”. Las embarcaciones deben pagar extorsiones a grupos delincuenciales para poder salir a faenar, y se restringe el acceso a zonas del mar que antes eran rutas tradicionales de trabajo, lo que está afectando directamente el sustento diario de cientos de familias.

“La situación es insostenible. Esto ya no es solo inseguridad, es una crisis humanitaria”, señala un líder comunitario que prefirió mantener el anonimato.

Este atentado se suma a una serie de hechos violentos registrados en el Golfo de Guayaquil en las últimas semanas.

Serie de ataques en el Golfo

El pasado 25 de julio, un violento ataque perpetrado por presuntos piratas dejó un muerto y un herido. La agresión ocurrió cerca de las 05:00, cuando una embarcación que transportaba larva de camarón fue interceptada en alta mar.

Días antes, el sábado 12 de julio, una barcaza identificada como Jeniree, con diez ocupantes a bordo, fue rodeada por al menos 15 botes con sujetos armados en las cercanías del Cerro Malo, también frente a la isla Puná. Durante el enfrentamiento, los atacantes, con pasamontañas y fusiles, lograron abordar la embarcación, amenazaron a la tripulación y asesinaron a dos guardias de seguridad fluvial: Tito Maikol Cedeño Rosado (24 años) y Nicolás Alexander Quiroz Chávez (23). El maquinista resultó herido.

Fuentes policiales señalaron que los atacantes se identificaron como miembros del grupo criminal Los Lobos, organización vinculada a diversos asaltos piratas en esta zona estratégica del litoral ecuatoriano.

Urgente llamado a las autoridades

Los habitantes de Puná exigen una intervención inmediata del Gobierno Nacional y de las Fuerzas Armadas. Denuncian que, hasta ahora, las autoridades no han respondido con la contundencia que demanda la gravedad de los hechos.

“Nos están matando en silencio”, dice una madre de familia del sector. “Aquí ya no hay ley, solo miedo”.

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