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Tres adolescentes y un predicador fueron asesinados en una masacre en Flor de Bastión.áLEX LIMA

Pastor y tres menores asesinados en Guayaquil: escalofriantes detalles salen a la luz

Familiares de las víctimas aseguran que bandas criminales atrapan a los menores de edad. Estaban escuchando la palabra de Dios cuando les dispararon

“Donde vivimos, los chicos ya no hablan de sus sueños ni de lo que quieren ser en el futuro. Las bandas criminales no solo les matan los sueños, también les quitan la vida. Si no quieren involucrarse en esos grupos, los obligan, ya no podemos más”, manifestó entre lágrimas la abuela de Erick, el adolescente de 14 años que la noche del lunes 12 de mayo se convirtió en una de las cuatro víctimas de la masacre perpetrada en el bloque 10 de Flor de Bastión, en el noroeste de Guayaquil.

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La mujer, acompañada por otros familiares, acudió en la mañana del martes al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses para iniciar los trámites y retirar el cuerpo de Erick, a quien crio como a un hijo.

“Para mi madre no era su nieto, era su hijo. Él estaba en noveno año y estudiaba en el colegio que queda justo al lado de donde lo mataron”, contó.

“Un vecino que es pastor intentaba corregirlos, sacarlos del mal camino. Estaban reunidos jugando pelota, hasta que llegó el pastor a predicar. Fue justo en ese momento cuando aparecieron los sicarios y comenzaron a disparar”, relató otro allegado del menor de edad.

Junto a Erick murieron otros dos adolescentes, Marlon y Jair, ambos de 16 años, y el vecino que les predicaba, identificado como Arturo Júnior Beltrán Mosquera, de 41 años.

El sitio donde ocurrió esta masacre forma parte del distrito Nueva Prosperina, considerado no solo el más violento de Guayaquil, sino del país. Hasta ayer, esta jurisdicción contabilizaba 325 muertes violentas en lo que va del año.

Un allegado de Jair coincidió con los vecinos en que los ‘pelados’ están atrapados por la delincuencia, y hablar de más les puede costar la vida.

“Es verdad lo que dicen. Los niños ya no tienen sueños, todo gira en torno a la delincuencia. No hay respeto, no se puede hablar porque nos pueden matar. El fallecido era el pastor que predicaba. Siempre llegaba y les hablaba a los chicos, los invitaba a orar. No es que no querían estudiar, es que no los dejaban. Y si no quieren involucrarse en las bandas, los matan. Aquí no hay Dios, no hay ley”, expresó el familiar de Jair, quien había cumplido 16 años en febrero pasado.

familiares del menor Relatan la odisea que viven los chicos de su barrio.ALEX LIMA

De acuerdo con la información proporcionada por familiares de las víctimas, los criminales llegaron en tres motocicletas, todos armados, y abrieron fuego contra el grupo reunido. En este mismo sector, el sábado 10 de mayo se registró otro hecho violento que también dejó una víctima mortal.

El coronel Jhanon Varela, jefe del distrito Nueva Prosperina, explicó que el crimen estaría relacionado con una disputa territorial entre organizaciones criminales.

“Se trataría de una confrontación entre Los Tiguerones Fénix y Los Igualtos. Las víctimas serían parte, directa o indirectamente, de una de estas organizaciones”, señaló el jefe policial.

En el ataque también resultaron heridos otros dos jóvenes, uno de 14 y otro de 18 años, quienes fueron trasladados a una casa de salud.

Un familiar de Marlon, otra de las víctimas menores de edad, les dijo a los agentes de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased): “Se encontraban en una reunión, escuchando la palabra de Dios, cuando de pronto llegaron las motocicletas y comenzaron a disparar contra todos los que estaban reunidos”.

Salió por comida y lo llenaron de bala

Tres horas y media antes de la masacre, a las 15:30, se produjo otro crimen en el bloque 6 de Flor de Bastión. La víctima fue Ángel Joel Menoscal Quimí, de 26 años, cuyo cuerpo quedó tendido en medio de la vía.

En la escena del crimen se levantaron ocho indicios balísticos de arma de fuego calibre 9 milímetros y una bala deformada. Según relataron sus familiares, Ángel Joel había salido a comprar comida cuando fue interceptado por sujetos a bordo de una motocicleta blanca, quienes le dispararon en varias ocasiones.

De acuerdo con las investigaciones de la policía, los mismos responsables de este ataque están involucrados en la masacre registrada más tarde en el bloque 10 del mismo sector.