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La zona de Morogacho, donde ocurrió el deslizamiento, en Patate, Tungurahua, se convirtió en un reto técnico y humano para los equipos de emergencia.Yadira Illescas

¿Por qué Patate se quedó sin agua potable durante 21 días?

Durante 21 días, los habitantes de Patate, en Tungurahua, vivieron sin agua potable debido a deslizamientos que destruyeron las tuberías.

En Patate, el agua volvió a correr. Después de 21 días sin servicio, la población de este cantón mágico de Tungurahua celebra el restablecimiento parcial del agua potable. ¿Qué pasó exactamente? 

Un deslizamiento en el sector Morogacho se llevó todo a su paso, dejando a más de 14 mil habitantes sin el líquido vital.

“El tramo afectado estaba en una quebrada, zona inestable. Cuando llovió fuerte, toda la tubería se fue abajo”, relató Hernán Medina, alcalde del cantón.

Soldaduras entre el barro y la lluvia

La emergencia obligó a los técnicos de la municipalidad a trabajar en condiciones extremas. Fernando Crespo, jefe del sistema de Agua Potable, explicó: “Durante los primeros cinco días abrimos la vía, luego comenzamos a soldar. Se arreglaron 10 kilómetros poco a poco. Incluso instalamos 100 metros de tubería aérea con material de petróleo para sortear los daños”.

Hubo entre 10 y 15 rupturas graves en las tuberías. La lluvia complicó cada maniobra. “No fue solo reparar: era meterse al lodo, colgarse en las quebradas, asegurar que no vuelva a pasar lo mismo”, dijo el alcalde..

Técnicos de Patate trabajaron entre quebradas y lodo para reparar los daños en más de 10 km de tuberías.Yadira Illescas

Bomberos con tanqueros, vecinos con baldes

Mientras tanto, el Cuerpo de Bomberos de Patate, con apoyo de sus colegas de varios cantones de Tungurahua, se encargó de abastecer de agua a los barrios más afectados. “No podíamos dejarlos solos. Nos turnábamos para llevar los tanqueros todos los días”, contó el comandante Javier Jaramillo.

Los vecinos también vivieron su propia odisea. Yolanda Villa, de la parte baja, confesó: “Esperábamos al tanquero como si trajera oro. Llenábamos tachos, botellas, lo que fuera”.

En cambio, Mayra Tixe de la zona alta, dijo que allá que en muchas ocasiones debían bajar hasta la parte central a pedir agua a conocidos. "Fue durísimo”, recalcó.

Durante tres semanas, los tanqueros de los bomberos fueron la única esperanza para decenas de familias sin agua potable.Yadira Illescas

La lluvia no dio tregua

"La naturaleza no colaboró. Nos tocó ponernos la chompa y entrar al lodo. Las lluvias no paraban y todo era resbaloso”, señaló el concejal Nelson Soria, quien acompañó los trabajos en campo. 

Desde la noche del jueves 24 de julio, el servicio comenzó a restablecerse progresivamente. Pero antes se limpiaron los tanques y se revisaron válvulas obstruidas por sedimentos. El municipio pidió comprensión mientras el sistema se normaliza totalmente.

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