Un perrito se aferra a la vida luego de sufrir un ataque que lo mantiene agonizante. Está internado en una clínica veterinaria en el Valle de los Chillos, al sur de Quito, desde que lo rescataron.

Su historia comienza en la avenida Mariscal Sucre y Legarda, norte capitalino, donde la madrugada del lunes fue abandonado frente a la puerta de una casa. El dueño del inmueble salió a ver lo que estaba en la vereda y se topó con una escena estremecedora.

Un peludito estaba inmóvil y sangrando. Rápidamente, se contactó con la Fundación Lucky, que ayuda a animales en este tipo de situaciones, y fueron a ver lo que sucedió.

“El perrito tenía heridas en todo su cuerpo. Al revisarlo, nos percatamos que eran puñaladas”, detalló una de las representantes de la fundación.

Cuidados

El perro se quejaba vagamente por el intenso dolor. Los rescatistas tuvieron que ponerlo sobre una franela amarilla y luego en un plástico para improvisar una camilla.

Así fue llevado hasta Los Chillos, donde los veterinarios lograron estabilizarlo. Patricia Bermeo, asistente de la clínica, detalló que el animalito recibió 12 puñaladas y tiene la mandíbula rota. “Creemos que se la rompieron de una patada. En cuanto a las cuchilladas, estas no comprometieron algún órgano”, informó.

Pese a eso, el animal fue inducido a un coma para poder tratarlo. Para Bermeo, es evidente que alguien quiso matar al can, pero con saña.

“Es muy común ver este tipo de casos. En lo que va del año, nosotros hemos atendido unos 15 aproximadamente y, por fortuna, todos han logrado sobrevivir”.

Pero en este caso, los pronósticos no son tan alentadores. “Por su condición, es imposible diagnosticar los días que estará en recuperación”, afirmó Bermeo, con pesar.