Una casa en Fajardo, parroquia del cantón Rumiñahui, al suroriente de Quito, se convirtió en el centro de acopio para almacenar poco más de media tonelada de cocaína. Un operativo de la Policía permitió detener a tres personas –entre ellas un exasistente de fiscal– implicadas en el caso.

Hoy, los indagados cumplen su cuarto día en prisión de los 30 dispuestos por el juez por el delito de tráfico de drogas a gran escala. Este caso es el quinto en lo que va de noviembre, mes en el que se han hallado grandes cantidades de alcaloide en Pichincha (infografía).

Para Mario Pazmiño, exmiembro de Inteligencia del Ejército y analista en seguridad, esto tiene una lógica. La provincia, a decir del experto, tuvo un cambio en la dinámica del narcotráfico.

“Pichincha, al igual que Tungurahua y Santo Domingo, ahora son considerados como sitios bisagra para los narcos”. Este término se aplica para designar a un punto que permite el paso rápido de las drogas hacia centros de acopio más grandes como son los puertos marítimos y los aeropuertos, según Pazmiño.

Además, lo que esto demuestra es que en suelo pichinchano se está evidenciando, con mayor frecuencia, la presencia de megabandas. Estas, a decir del especialista, ganan terreno en la provincia con el fin de articular el andamiaje del negocio de los traficantes.

“Por ende, los niveles de violencia que se derivan del narcotráfico irán incrementándose”, puntualizó Pazmiño.

Esta situación no está alejada de la realidad que se vive en Guayaquil, con los sicariatos y con la crisis penitenciaria que sigue acabando con la vida de los reos, al parecer, por pugna entre ‘narcobandas’. 

Más consumo en Quito

A más del hallazgo de la cocaína en Fajardo, en Quito también se decomisó media tonelada de marihuana a principios de noviembre. Fue en Calderón, norte de la capital, donde la Policía de ese sector localizó un auto abandonado con el cargamento.

Marcelo Cajas, comandante de aquel Distrito, dijo que la marihuana posiblemente se destinaba al consumo interno por lo que iba a ser almacenada en un domicilio. “Por su ubicación geográfica es lógico entender que Calderón es un punto de ingreso a la ciudad”, enfatizó el oficial.

Ante esto, Fernando Carrión, académico especialista en temas de seguridad, detalló que la transformación en la dinámica no solo ha sido en la provincia, sino también en la capital. La razón es porque la urbe se ha convertido en un punto de consumo alto: 80 toneladas, sobre todo en las ciudades más grandes.

Además, añadió el especialista, el territorio quiteño no solo es un punto importante del paso de la droga porque tiene buenas carreteras y el principal aeropuerto del país. El académico indicó que se debería analizar una particularidad en el tipo de droga decomisada. A su criterio, el motivo para que se hayan encontrado grandes cantidades de marihuana es porque posiblemente se la quiso exportar a otros lados como Chile.

Esto entendiendo la dinámica del mercado narco. Europa y Estados Unidos consumen alcaloides como la cocaína. Mientras que en América del Sur y México se usa más a la marihuana, enfatizó.

Decomisos en otras provincias

El exmiembro de Inteligencia, Mario Pazmiño, explicó que Pichincha está dentro del corredor amazónico que se usa para el traslado de las drogas. Allá, por ejemplo, a finales de octubre se hicieron importantes decomisos en Sucumbíos y Orellana.

En ambas provincias, la Policía encontró cerca de tonelada y media de cocaína en un lapso aproximado de 48 horas.