La Plaza de Toros de la Jipijapa, inaugurada en los años 60 en el norte de Quito, ha sido un punto de referencia para los aficionados a la tauromaquia en el país. Sin embargo, desde la prohibición de las corridas de toros en 2011, la zona ha experimentado una notable transformación. Aunque se celebró la medida que terminó con las corridas de toros, los residentes del área ahora enfrentan otro tipo de molestias asociadas a eventos en el recinto, como conciertos y festivales, que afectan su calidad de vida debido al ruido y los problemas de higiene en los alrededores.

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Impacto en la comunidad local 

Hugo, un residente de la zona desde hace 52 años, expresa su satisfacción por la prohibición de las corridas, aunque ahora enfrenta nuevos desafíos. Señala que, aunque la zona ha mejorado en cuanto a la eliminación de corridas de toros, en eventos recientes se ha vuelto a vivir un ambiente desagradable, con calles convertidas en baños públicos y el ruido de conciertos impidiendo el descanso, sobre todo de los adultos mayores y personas con problemas de salud. La vecina de Hugo agrega que la zona, ahora más tranquila, es frecuentemente invadida por el desorden durante estos eventos, lo que ha generado un sentimiento de incomodidad y una falta de descanso en el vecindario.

Plan de urbanización y revitalización de la zona

Ante estos problemas, se ha trazado un Plan de Uso y Gestión de Suelo (PUGS), cuyo objetivo es revitalizar la zona alrededor de la Plaza de Toros. Este plan busca rehabilitar áreas cercanas y consolidar la dotación de vivienda, mejorando el entorno urbano con nuevos servicios, equipamientos y comercios. Además, se contempla la construcción de espacios públicos y una mejor conectividad con la estación La Y del Trolebús, la cual se encuentra en las cercanías.

El urbanista Jacobo Herdoíza resalta que la Plaza de Toros forma parte de tres Unidades de Actuación Urbanística (UAU), un conjunto de áreas tanto públicas como privadas que se consideran estratégicas para el desarrollo de la ciudad. Aunque la estación Jipijapa tiene menor afluencia en comparación con otras del sistema de transporte público, la zona cuenta con una infraestructura adecuada y acceso al sistema Metro, lo que aumenta su potencial.

Proyectos en marcha

Dentro de este plan, se ha identificado la UAU “La Y”, donde se encuentra un terreno de cuatro hectáreas de propiedad municipal. Aquí se planea aumentar la densidad poblacional y mejorar las condiciones de habitabilidad mediante el uso de inversión pública. Un proyecto destacado es la creación de Quitopía La Y, que incluye la construcción de un parque de una hectárea. La implementación de este proyecto está prevista para comenzar en 2025.

En cuanto a la Plaza de Toros, Herdoíza sugiere que el espacio podría aprovechar su ubicación cercana al Metro para ser parte de un desarrollo mixto, que combine actividades culturales y recreativas con proyectos inmobiliarios. De esta forma, la zona podría convertirse en un centro de desarrollo económico y cultural sin perder la tranquilidad y el orden en las áreas residenciales cercanas.

El desafío principal es equilibrar el desarrollo urbanístico con la calidad de vida de los residentes. Aunque el sector tiene gran potencial de crecimiento, las autoridades deben trabajar en soluciones que mitiguen los efectos negativos de los eventos masivos y la falta de infraestructura adecuada para los residentes, especialmente los adultos mayores. Sin embargo, los proyectos en marcha presentan una oportunidad para revitalizar el área y ofrecer a los habitantes de la Jipijapa un entorno más dinámico y accesible.

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