Vendedores informales protestaron frente al Municipio de Cuenca

“Somos seres humanos, tenemos familia de mantener; pero no tenemos trabajo”, expresó Barney Valencia uno de los 30 comerciantes informales que la mañana del martes 15 de agosto protagonizaron un plantón frente al Municipio de Cuenca para pedir su regularización.

Sus canastas llenas de productos las colocaron en la calle, mientras reclamaban una oportunidad para laborar.

Son vendedores que se ubican en las esquinas para aprovechar la luz roja de los semáforos o subir en los buses de transporte urbano para expender golosinas, franelas y otras dulces, como único mecanismo de supervivencia.

Pero desde hace un mes son impedidos de hacer este trabajo en los micros para lograr el sustento diario. Ellos portaban carteles con leyendas donde hasta pedían de ´favor´ se los deje trabajar honestamente.

El control en las esquinas de la vía pública está a cargo de la Guardia Ciudadana. Tienen la orden de desalojar a los vendedores ambulantes. “Por orden superior y en base a la Ordenanza Municipal se prohíbe la presencia de vendedores en la vía pública” dijeron varios de sus miembros.

Los choferes de las unidades de transporte público urbano son quienes no permiten que se embarquen los vendedores a ofrecer sus productos.

Según el presidente de la Cámara de Transporte Urbano de Cuenca, Leonardo Albarracín, “es una medida que ha tomado el gremio para evitar la serie de robos a los pasajeros, que disfrazados de vendedores cometen dentro de los buses.

Por lo general son celulares, dinero de los bolsillos de los usuarios y hasta las carteras”, aseveró Albarracín destacando que en muchas ocasiones las víctimas no presentan las denuncias, por eso no hay un dato oficial sobre cifra de este tipo de delitos en las unidades de transporte público urbano.

En las próximas horas el alcalde Marcelo Cabrera recibirá a una comisión que represente al grupo de vendedores para buscar algún mecanismo mediante el cual puedan cumplir con el derecho al trabajo.