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¡Siete días de agonía tras recibir balazo en la cabeza!
Aunque se aferraba a la vida, la muerte venció a Édison Mosquera después de una semana agónica; la causa, un trauma cráneo-encefálico.
Fue una semana de agonía. Édison Mosquera pasó siete días atado a una camilla de hospital. Luchando por respirar. Aferrado a la vida... pero la muerte, ‘la huesuda’, lo venció. Entró a su habitación y, el domingo pasado, se lo llevó. Ayer, su cuerpo era velado, con la inmensa tristeza de sus familiares, en Quitumbe, sur de Quito.
Édison recibió un disparo en la cabeza el lunes 7 de octubre en Cumandá, centro de la urbe, donde supuestamente se desarrollaban las protestas en contra de las medidas económicas impuestas por el Gobierno.
Ese día, el hombre, con 29 años, salió a trabajar tempranito desde su casa, ubicada en La Argelia. Era experto en dar mantenimiento a los calderos. Todo iba bien. Pero para la familia el sufrimiento empezó a las 23:30, luego de enterarse que Édison había sufrido un accidente grave.
“Por una llamada del hospital del IESS (en el sur) supe que mi hijo necesitaban un representante y me dirigí inmediatamente al lugar; un doctor me dijo que necesitaban hacerle una cirugía en la cabeza de urgencia, porque una bala lo había impactado”, comentó Luis Mosquera, padre de la víctima.
Por su gravedad lo trasladaron al hospital Carlos Andrade Marín, donde lo operaron, pero su estado no mejoró. Al contrario, fue empeorando. Pasó más de cien horas en cuidados intensivos. Al séptimo día su vida se apagó mientras en la calles de Quito las manifestaciones continuaban encendidas y a la espera de un acuerdo de paz entre los indígenas y el Gobierno.
Por supuesto, Édison no supo que esa noche la paz retornó al país. Su cuerpo fue trasladado a la morgue. La autopsia reveló que la causa de muerte fue un traumatismo cráneo-encefálico porque un proyectil lo atravesó.
Los restos fueron retirados la noche del lunes y llevados a a una funeraria del sur de la ciudad. Luis Mosquera y Emma Amagua, padres de la víctima, pusieron una denuncia en la Fiscalía para que se investigue la muerte su hijo. “Él solo salió a trabajar, sin novedad, le di la bendición y nos despedimos”, dijo Luis.
Mellizos se quedaron sin padre
Unos mellizos, de 4 años, se quedaron sin su padre, quien trabajaba en el mantenimiento de calderos. La tarde de ayer, tras la misa de cuerpo presente, el padre de familia fue sepultado en un camposanto, ubicado en el sur. Gran cantidad de personas acompañaron a la familia de Édison y le dieron el último adiós. Los allegados comentaron que estarán pendientes de las indagaciones que realicen las autoridades de justicia. (HA)