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Las personas se sienten inseguras pasadas las 21:00.Franklin Jacome

¿Qué rol juega el transporte público en la reactivación de la vida nocturna en Quito?

La falta de transporte público seguro después de las 22:00 mantiene a Quito en silencio por las noches.

La vida nocturna en Quito se ha ido apagando en los últimos años. Las calles del Centro Histórico, La Mariscal y La Floresta, que antes rebosaban de bares, música y turistas, hoy lucen vacías y silenciosas. La percepción de inseguridad y la falta de transporte público después de las 21:00 se han convertido en los principales factores para que la ciudadanía opte por no salir.

¿Qué dicen las autoridades?

Según el Municipio, la movilidad nocturna se reduce tras la hora pico de la tarde. Sin buses ni rutas seguras, los quiteños que desean disfrutar de la ciudad en la noche deben recurrir a taxis informales o aplicaciones privadas, lo que eleva los costos y también los riesgos a nivel de seguridad. 

En este contexto, desde el Municipio capitalino se señaló que la reactivación de la vida nocturna está directamente ligada a la oferta de transporte seguro y eficiente. Explicó que si la gente supiera que puede regresar a casa sin gastar una fortuna y sin temor a asaltos, volvería a los bares, cines y espacios culturales.

Algunas zonas como La Mariscal lucen vacías. Antes eran repletas de personas.Franklin Jacome

La Secretaría de Movilidad reconoce que los horarios actuales de los buses urbanos y del sistema de Trolebús y Ecovía no responden a las necesidades de una ciudad que quiere reactivar su economía nocturna. Por ello, se estudian ajustes en las frecuencias y en las rutas para que el servicio se extienda más allá de las 22:00.

Otro de los desafíos señalados es la coordinación con la Policía Metropolitana y la Agencia Metropolitana de Tránsito para garantizar seguridad en paradas y corredores. Bajo este parámetro, no se trata solo de que haya buses, sino de que las personas sientan confianza para usarlos en los diferentes sectores de la ciudad capitalina. 

Los más afectados

Los comerciantes y dueños de bares coinciden en el diagnóstico: mientras no haya transporte público confiable por la noche, la gente seguirá prefiriendo quedarse en casa. Para ellos, la reactivación económica del sector depende tanto de la seguridad como de la movilidad. Algunos negocios han tenido que replantearse su objetivo para ganar clientes por las tardes. 

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