La transición de una legislatura a otra en la Asamblea Nacional del Ecuador comenzó con una controversia inesperada: el bloqueo de ciudadanos en las cuentas institucionales de la Asamblea en la red social X (antes Twitter). El tema estalló luego de que el nuevo presidente del Legislativo, Niels Olsen, hiciera pública una directriz dirigida a su equipo de comunicación: “Asamblea Nacional, desbloqueen a los ciudadanos que fueron censurados durante la gestión anterior. Nunca más una Asamblea que le dé la espalda a la gente o bloquee su voz”.

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Tras esa publicación, las redes se llenaron de reacciones y capturas de pantalla donde distintos usuarios mostraban que sus cuentas habían sido restringidas por la institución legislativa. Aunque Olsen no especificó nombres ni cifras, el mensaje fue suficiente para que varios ciudadanos denunciaran públicamente haber sido bloqueados en algún momento.

La propia Asamblea Nacional emitió luego un comunicado oficial en el que informaba que ya se habían eliminado todas las restricciones: “En cumplimiento de los principios constitucionales de transparencia, rendición de cuentas y respeto al derecho a la participación, se ha procedido a desbloquear a todos los ciudadanos que se encontraban restringidos en las cuentas institucionales”, detalló la institución.

¿Quién ordenó los bloqueos y por qué?

La responsabilidad sobre los bloqueos se volvió un punto de disputa entre la actual y la anterior administración legislativa. El exsecretario de Comunicación durante la presidencia de Viviana Veloz, Santiago Aguilar, reaccionó con firmeza: “No bloqueamos a nadie. Sé que pretenden sacar provecho político de todo esto y montar un show, pero jamás se solicitó bloquear a persona alguna”, señaló en su cuenta de X.

Ante cuestionamientos de otros usuarios, Aguilar admitió la posibilidad de acciones individuales: “Puede haber alguien que se tome la atribución de bloquear, pero eso no es ni una política ni una orientación de cualquier autoridad con la que yo haya trabajado”, respondió.

A pesar de esta defensa, varios ciudadanos compartieron evidencia en sus perfiles. Entre ellos:

• Una Tal Maka, quien criticó directamente la censura desde cuentas institucionales: “Eso de que las instituciones bloqueen a los ciudadanos es nefasto”
• Verónica Gómez, quien señaló que esta práctica no sería exclusiva de la Asamblea sino también del municipio de Quito
• Natalia Marín, quien celebró el desbloqueo con ironía: “Ya me desbloquearon por si estaban pendientes. Excelente servicio Niels Olsen”

Aunque hasta el cierre de esta nota no se han identificado figuras públicas afectadas por esta medida, el episodio reabrió un debate sobre los límites del manejo institucional de redes sociales y el derecho de los ciudadanos a participar libremente en los canales oficiales del Estado.

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