Quita el dolor a punta de martillazos

Tatiana Ortiz, Ventanas (Los Ríos)
Se hace llamar ‘el doctor del martillo’ y gracias a esa herramienta, Andrés Adán Casanova Prado, de 63 años, se convirtió en el sobador más popular del cantón Ventanas, Los Ríos.
El hombre, oriundo de Quinindé, a punta de golpes, supuestamente le quita las dolencias del cuerpo a quienes lo visitan en su local. La particular técnica que utiliza en cada sesión ha generado asombro y curiosidad en las personas que solicitan sus servicios.
Un martillo, algunas varillas de hierro, un combo y unos palos de madera en forma de T, son parte de las herramientas que usa para ‘aliviar’ las dolencias de sus pacientes.
Cada martillazo es amortiguado con una almohadilla y un trozo de madera. Los clientes llegan de diferentes lugares, incluso hasta de España e Italia. La mayoría con zafaduras, torceduras, dolores lumbares, problemas reumáticos y contracturas musculares, etc.