El suboficial Alberto Gómez, de la Policía Nacional, permaneció seis días en cautiverio luego de que un grupo de criminales terroristas lo secuestrara la noche del 8 de enero de 2024 de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) Llanos 1, del sector Llano Grande, en la parroquia Calderón, del norte de Quito.

La alerta de que el suboficial Gómez había sido abandonado por sus secuestradores la hizo una mujer, de 48 años, quien aproximadamente a las 02:00 del domingo 14 de enero le brindó ayuda cuando este se la pidió, diciéndole además que él era el uniformado que había sido raptado de la UPC de Llano Grande.

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El perjudicado había llegado al domicilio de la buena samaritana, a unos dos kilómetros de la vía Intervalles, en Tumbaco, y a unos 25 km del lugar del secuestro, luego de que los criminales lo mantuvieran dando vueltas por dos horas, al parecer, para que no tenga el mínimo indicio del lugar en el que lo mantuvieron en cautiverio.

Cuando sus compañeros llegaron para corroborar que se trataba de él, le hicieron un valoración preliminar a su salud y determinaron que a simple vista no tenía heridas o marcas de agresiones. Sin embargo, para confirmar que realmente estaba bien, fue trasladado al hospital de la Policía Nacional, para que sea valorado por un grupo de médicos.

Luego del diagnóstico de los especialistas, se corroboró que el gendarme se encontraba en buenas condiciones, estable, sin fracturas y sin alguna condición que comprometa su salud, a excepción de un cuadro de deshidratación, por el que quería internado, bajo observación.

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