SUSCRÍBETE
Diario Extra Ecuador

En la vía que une Quito con Mejía: ¡Frontera huequeada!

La vía que une Quito con el cantón Mejía está llena de baches. Los conductores se llevan la peor parte al estar expuestos a siniestros de tránsito.

Los conductores deben cambiar las llantas que se revientan por no poder esquivar los baches.

Los conductores deben cambiar las llantas que se revientan por no poder esquivar los baches.HENRY LAPO

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Los baches de la avenida Simón Bolívar, en la entrada a Quito, se han convertido en la pesadilla de los conductores. Son aproximadamente tres kilómetros desde la llamada curva de Santa Rosa, en el cantón Mejía, y buena parte que pertenece a la capital, en donde se registra este problema.

En la orilla de la carretera, y mucho más en sentido sur - norte, los ciudadanos deben estacionarse para cambiar las llantas que se destrozan por los huecos.

Fue el caso de Amelia Toapanta, comerciante que tuvo que detener sus actividades porque el neumático de su auto se reventó al no poder esquivar un ‘cráter’ de unos 15 centímetros de profundidad y metro y medio de diámetro. “Iba a Quito a vender habas fritas y golosinas. Ahorita estoy perdiendo dinero hasta que podamos solucionar esto”, contó.

Su esposo debió tomar un taxi, con llanta en mano, para buscar una vulcanizadora. “Ojalá no sea muy grave, porque quizás toca comprar una llanta nueva y no alcanza”.

Para ella, que cruza ese tramo todos los días, es una costumbre ir esquivando los baches, aunque eso aumente el riesgo de chocarse con otro vehículo, pues la Simón Bolívar es una vía rápida.

“La llanta quedó como si la hubieran abierto con un cuchillo”, lamentó Amelia.

Resulta costoso

Wilson Llano conduce un camión de transporte de alimentos y también debe transitar diariamente por la zona. Él no es el dueño del automotor por lo que incluso le ha tocado pagar a la empresa los daños.

“Nos han dicho que cuidemos el carro, pero con la vía en ese estado es imposible no golpearse”, comentó.

Lo que más se daña es la suspensión del vehículo, la mesa y, por supuesto, las llantas. Tampoco es raro ver cómo los aros salen ‘volando’ cuando un bache se interpone.

A los lados de la carretera se pueden encontrar aquellas partes que quedan producto de las colisiones o de las ‘caídas’ en tremendos huecos.

Accidentes

El límite de velocidad en vías rápidas es de 90 kilómetros por hora, aunque la mayoría circula pasados los 100.

Esto, según los usuarios, ha causado innumerables accidentes de tránsito, porque los conductores deben hacer maniobras inesperadas por el mal estado de la vía.

Ni los automotores grandes se salvan de golpearse en esta vía.

“Los carros que vienen por atrás no alcanzan a frenar y ahí ocurren las desgracias”, comentó Robin Burgos, un motociclista que circula a diario por ese tramo.

Él también ha estado cerca de chocar contra los automotores grandes o de caerse por esquivar los huecos. “Aunque ya se conozca dónde están los baches aparece uno nuevo o el que habíamos visto antes está más grande. Manejar por aquí es peligroso”, reclamó el conductor.

tracking