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Quito
Debate de alcaldes en Quito: ¡Nos dejaron en las mismas!
De acusaciones, juegos de palabras, rimas y ofrecimientos ‘chimbos’ estuvo lleno el conversatorio electoral. La consecuencia según expertos: el voto no informado y polarizado.
Fueron tres horas de debate que volvieron a dejar con mal sabor de boca a los ciudadanos, pero sobre todo con la sensación de no saber claramente cómo se lograrán cumplir los ofrecimientos de los candidatos a alcalde de Quito.
Las ‘perlas’ de los contendientes no se hicieron esperar, como el juego de palabras que Luz Elena Coloma hizo con el nombre de Jorge Yunda. “No permitiremos que Quito se ‘Yhunda’”.
Para el analista político Francisco Montahuano, las propuestas que lograron esbozarse fueron “demagógicas y populistas”. Jéssica Jaramillo, por ejemplo, ofreció teleféricos en la Lucha de los Pobres, Mena 2 y Pisulí. “Para decir algo así, los candidatos deben tener al menos un estudio básico de viabilidad, un acercamiento a la gente. Es ‘vender’ humo”.
Luisa Maldonado y Pedro José Freile hablaron de un “plan Bukele” para luchar contra la inseguridad, algo que para Marcelo Espinel, también analista político, “debería ser una preocupación por las presuntas violaciones a los Derechos Humanos que se han denunciado en El Salvador”.
Montahuano, además critica que tampoco sería viable, pues tal plan implicaría el manejo de las cárceles y la Policía Nacional. “El Municipio no tiene injerencia en eso, así que es un anuncio populista”.
Debate de los aspirantes a la Alcaldía de Quito: revisa aquí el resumen de la cita
Otra ‘joyita’ fue que Jaramillo finalizara el primer tiempo indicando una camiseta con la leyenda “Ni choros ni chumados”, en alusión a dos de sus contendientes.
SIN IDEAS CLARAS
Para Espinel, el formato tampoco fue el adecuado, por el tiempo y la formulación de preguntas. “La moderadora pudo haber tenido un papel más activo, por ello se eligieron periodistas”, agregó.
Gisella Bayona, la moderadora, debió repetir varias veces a los candidatos que se ciñan a los ejes y preguntas establecidas. No pasó.
Esto tiene como consecuencia, según Espinel, que los ciudadanos no conozcan las propuestas y, por lo tanto, haya un voto polarizado, es decir que habrá un ganador con máximo el 25 % de los votos.
“Tampoco se habló de trabajo en conjunto con los ediles, si sumamos al voto polarizado, de nuevo Quito tendrá problemas de gobernabilidad.
