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Sabía que el corazón de su amor dejaría de latir

Anny Bazán, Guayaquil
María Elena Guamán sabía que en cualquier momento la muerte le iba a arrebatar de su lado al amor de su vida. Wálter Enrique Balladares Benalcázar tenía dos arterias del corazón obstruidas y eso acabaría con sus días tarde o temprano.   
Sin embargo, el viernes pasado, llevado por su fe cristiana salió a las 06:00 a la procesión del Cristo del Consuelo, realizada en Guayaquil, como lo hacía desde hace más de 10 años.
A las 08:40, su cuerpo caía al pavimento por un infarto fulminante, en las calles Cristóbal Colón y Lizardo García. Mientras la muerte le ganaba la batalla a su amado, María Elena  compraba los ingredientes para preparar la fanesca, que tanto le gustaba a su amado.
 Quizás por el presentimiento de que algo malo estaba ocurriendo,  no sintió la misma emoción de otros años al comprar los alimentos.